viernes, 30 de mayo de 2025
Luka Modric
martes, 27 de mayo de 2025
Lo efímero y lo trascendental
viernes, 23 de mayo de 2025
Eva Yerbabuena
miércoles, 21 de mayo de 2025
El mundillo del famoseo
Reconozco que consumo muy poca televisión. Veo en momentos puntuales programas concretos por los que me muestro interesado. Lo que no hecho en mi vida es “poner la tele a ver lo que hay”. Me considero un adicto comprometido con el mundo de la Radio. Desde que amanece el día hasta que “me meto en el sobre” la Radio es mi fiel y leal compañera. Ella me informa, me entretiene y trata, creo que inútilmente, de modular mi coraza de torpe humanoide. En situaciones extremas (ejemplo reciente el apagón) ya se ha visto meridanamente claro la utilidad, enorme utilidad, de la Radio.
Entre mis aficiones favoritas (cosa que entiendo no le interesa a nadie) siempre estará la lectura. Afición heredada de mi abuelo Félix (Maestro de Escuela republicano) y que, afortunadamente, han heredado mis hijas y mi nieto. Por mi inveterada curiosidad algunas veces “bicheo” en esto que llaman “Programas Rosas” o del “Corazón”. Me interesa saber lo que allí se dice y que de hecho consigue interesar a millones de personas. Vaya por delante mi máximo respeto a la libertad que tiene cada cuál en cubrir su tiempo de entretenimiento. No voy de exquisito ni de cultureta y procuro utilizar mi tiempo en cosas que a mí me resulten gratificantes. Un sábado a mediodía entré en un programa de RTVE que dirige Anne Igartiburu y que se llama “D. Corazón “. Había una más que encendida polémica entre los tertulianos y la misma giraba en torno a dos mujeres que me resultaban de hecho completamente desconocidas. Apunté los nombres para buscar en Internet quienes son estas personas motivo de tan encendida polémica. Una era Alejandra Rubio a la postre nieta de la gran María Teresa Campos e hija de Terelu Campos. La otra respondía al nombre de Isa Pi y se trataba de la niña (creo que peruana) que en su día adoptó Isabel Pantoja. Indago un poco más a ver cuales son las profesiones de estas dos muchachas. Observo que no son actrices, ni cantantes, ni presentadoras de televisión, ni diseñadoras de moda ni tampoco se les reconoce una profesión determinada. Son simplemente nieta e hijas de personas muy famosas y eso ya les da vía libre para salir permanentemente en los programas del corazón. No hace falta que hagan nada. Salen mucho en la tele y ya la gente se sabe sus nombres de memoria y las sitúan en el Olimpo de las muy famosas. Lo que haga cada uno (en este caso cada una) para vivir es algo que a mi no me interesa en absoluto. Lo que si me sorprende es que seis tertulianos discutan acaloradamente sobre los afectos y desafectos de estas dos muchachas. Isa Pi parece que mantiene una nula relación con Isabel Pantoja, su madre. Esta trianera del Tardón estaba llamada a marcar una Época en el Mundo de la Canción. Tenía y tiene aptitudes de sobra pero se enredó en las doradas redes marbellíes y la cosa terminó como todos sabemos. Lo que resulta evidente es que si por cada programa en la que han hablado de ella le dieran una pequeña comisión estaría súper millonaria. Por su parte Alejandra Rubio es pareja y comparte hijo con Carlos Costanzia. Este a su vez es hijo de Mar Flores por lo que ha llegado el momento de abandonar este barco de rumores, dimes y diretes. Parece ser que las consuegras (Terelu Campos y Mar Flores) no se llevan nada bien. Hasta aquí he llegado. Solo resta decir que: “A quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga”. Creo que es el momento de poner la Radio. No tiene uno la sesera para tantos despropósitos rosas. Eso si, conviene distinguir entre famosos y famosillos.
jueves, 15 de mayo de 2025
Los jueves al sol
El pasado jueves 8 de Mayo no puede decirse que para muchas personas (entre las que me encuentro) fuera un jueves cualquiera. Se dieron cita una serie de acontecimientos que lo situaron en el contexto de lo extraordinario. Los que nos movemos, no sin ciertas dudas y dificultades, en el Mundo de la Cristiandad tuvimos Papa. Recibirá, en un nuevo pontificado, el nombre de León XIV. Un indisimulado homenaje al Papa León XIII, un Papa que abrió las puertas de la Iglesia a los derechos sociales y laborales. Este nuevo Santo Padre que tiene una doble nacionalidad (estadounidense y peruana) se nos presenta con un historial plagado de experiencias acumuladas en un entorno donde reinaba y mandaba la pobreza extrema. Hombre culto, muy culto, se nos presenta como un fiel sacerdote agustino comprometido con su tiempo en el más noble y solidario sentido del termino. No tendrá nada fácil su papado pues todavía no le había dado tiempo siquiera a rezar su primer Padrenuestro cuando ya lo estaban mirando con lupa. Que desde algunos posicionamientos políticos sectarios y extremistas lo hayan recibido con mucho recelo es un claro exponente de por donde pueden ir sus políticas sociales. Sinceramente creo que tenemos un más que excelente Papa y dejemos que sea el tiempo, juez inapelable de casi todo, quien tenga la última palabra. Este mundo disparatado, mercantilista, convulso y egoísta necesita una voz que lleve la Paz y la Esperanza a millones de almas perdida. Un faro luminoso navegando por entre los mares de la sinrazón y la barbarie. El problema en esta Sociedad desnortada no es sentirse solo; el problema es estar realmente solo. La soledad del corredor sin fondos huérfano de Fe y falto de Esperanza.
El Betis, el Equipo que se configura como un firme bastión de mi cultura sentimental, ¡por fin¡ va a jugar su primera Final Europea. Han pasado muchos años de sufrimientos y pesares que solo se aliviaban con algún que otro oasis en la larga travesía del desierto futbolero. Siempre llevaré en lo mas profundo de mis sentimientos a mi Tío Antonio que me hizo socio del Betis cuando contaba con 8 años de edad. Me enseñó a amar al Betis sin tener que tener como contrapartida el odiar al otro Equipo de la Ciudad que era un histórico Sevilla. Esta Ciudad no se entendería sin sus dos Equipos de Fútbol y nunca debemos confundir una sana rivalidad deportiva con un odio visceral e irracional hacia tus contrarios. El fundamentalismo en cualquiera de sus variantes sabe que si llama a mi puerta esta nunca le será abierta. Que la jornada perfecta para un bético es aquella donde gana el Betis y pierde el Sevilla siempre estará fuera de toda duda. Pero siempre por ese orden. Curiosamente desde mi niñez y hasta la actualidad (eso si, con honrosas excepciones) mis grandes amigos siempre han estado más cerca de la Avenida Eduardo Dato que de la Avenida de la Palmera. Cuando ya empieza uno a notar que tiene fecha de caducidad como los yogures pocas dudas albergo, en este mar de confusiones, de que una de las palabra más hermosas del diccionario se llama Amistad.
Si se me permite una licencia personal el pasado jueves 8 de Mayo mi nieta Lola cumplió 13 años de edad. Un regalo del Cielo que con la imprescindible ayuda alumbradora de su madre (mi hija Alicia) le ha dado pleno sentido a este mi epílogo existencial. Ella y su hermano; su hermano y ella, cubren con creces todas mis necesidades afectivas.
Los nietos son una bendición que nos llega cuando más necesitados estamos de atracar nuestra barca en puertos firmes y duraderos. Es verdad que en momentos puntuales y en clave sevillana todo es de color, verdaderamente ese Jueves si lo fue. El color blanco de la Roma Imperial tratando de abrirse paso por entre los funestos tonos grisáceos de las inmisericordes bombas. El verde que te quiero verde lorquiano llenando de ilusiones compartidas las casas y las vidas de la gente verdiblanca. El azul-celeste sevillano llenando los amaneceres luminosos con la sonrisas compartidas entre abuelos y nietos. Lo cantaba la gran Lole Montoya y era verdad que cuando la vida te muestra su mejor cara todo es de color. Los jueves al sol con los delantales tendidos bajo los atardeceres del mes de Mayo. Un repique de campana que le da sentido a la alegría de vivir.
miércoles, 14 de mayo de 2025
lunes, 12 de mayo de 2025
El pueblo, lo popular y el populismo
Estos tres conceptos, pueblo, popular y populismo, parecen en teoría ser tres conceptos polivalentes cuando en realidad se nos muestran divergentes tanto en el fondo como en la forma. Cuando nos referimos a pueblo lo hacemos citando a un grupo de personas que viven y conviven dentro de un mismo entorno geográfico. También podemos hacerlo refiriéndonos a un numero de ciudadanos que comparten intereses comunes, o señas identitarias en lo cultural, social y tradicional.
Damos por sentado de manera un tanto idealizada la nobleza inmaculada del pueblo. Cuando se reúnen con fines perversos o maliciosos ya no lo llamamos pueblo sino chusma. Son muchos los ejemplos que nos da la Historia del desigual comportamiento que mantiene la gente cuando al reunirse se manifiestan para conseguir determinados objetivos. La experiencia y los datos históricos nos enseñan que los grandes avances científicos, culturales, sociales o políticos son obras de seres humanos contextualizados de forma individual. La penicilina que le salvó la vida a millones de personas no la inventó una cooperativa sino un hombre en la soledad de un laboratorio. El Quijote no lo escribió Cervantes en un Club de escritores más bien lo hizo de forma solitaria en torno a una vela y con la destreza que en su mano adquiría una pluma. La vacuna contra la Pandemia que libró del virus a media humanidad fue fruto del trabajo perseverante de un matrimonio de científicos. ¿Qué en todos estos casos recibieron ayuda desde distintos estamentos o de grupos de personas? Sin duda pero fueron ellos con su talento y perseverancia los que a la postre llevaron a buen puerto sus grandes hazañas. En mis laboriosos estudios de la literatura del Flamenco me he encontrado con un sinfín de letras de autores anónimos y a las que se conoce como “populares”. ¿Se reunía la gente los domingos por la mañana en la plaza del pueblo para escribir esas letras de manera colectiva? Estas letras las escribió una sola persona pero por distintos motivos no quedó reflejada su autoría. Luego dentro de lo “políticamente correcto” fueron encuadradas como letras populares.
El pueblo tenía y tiene distintos comportamientos aunque la tendencia “histórica” es idealizar sus grandes virtudes solidarias. ¿No eran del pueblo los millones de alemanes que siguieron ciegamente a Adolf Hitler para luego decir que ellos ignoraban las terribles atrocidades que se estaban cometiendo? ¿No forman parte del pueblo los que hoy les dan mayorías absolutas a políticos que luego aniquilan los derechos sociales y priorizan los intereses de los más poderosos? ¿No eran pueblo en estado puro los que maldecían y le tiraban toda clase de objetos a los desgraciados condenados por la Santa Inquisición en la sevillana Plaza de San Francisco?
Las grandes gestas de los pueblos siempre han estado encabezadas por grandes hombres o mujeres con una poderosa y clarividente dotes de mando. Las distintas revoluciones políticas, sociales y culturales siempre se han manifestado a través de personas concretas que han sido vigías (unas veces para bien y otras para mal) de una masa dispersa y sin rumbo fijo. El seguidismo es un mal del pensamiento único y colectivo no siendo casual la feroz represión que se utilizaron contra los libre-pensadores.
Los lideres pusieron el talento y el pueblo puso sus vidas al servicio de la causa. El demoledor resultado de las guerras siempre son los soldados muertos y los daños colaterales que se configuran en forma de viudas y huérfanos. Quienes ejercen el liderazgo siempre resultan ilesos y nunca rinden cuentas de sus actos.
En la sociedad actual ya existe una fragmentación tan diversa y profunda que hasta queda en entredicho el izquierdista concepto de clases sociales. ¿Han desaparecido? Al contrario, las diferencias sociales y económicas en la actualidad son absolutamente demoledoras. Los ricos cada día aumentan exponencialmente sus riquezas y los pobres hacen lo propio con su pobreza. Nunca hubo más ricos ni tampoco más pobres. Pero, ¿cuando hoy nos referimos a la clase trabajadora de que estamos hablando? De los que tienen un trabajo fijo muy bien remunerado o de los que trabajan con un difuso contrato temporal y con salarios de miseria. ¿De los extranjeros que empujan cada día la sillita de una persona mayor o de los familiares que les pagan una cantidad miserable¿ ¿En verdad alguien se cree que al día de hoy los intereses de los trabajadores son algo homogéneos? El concepto de pueblo se nos manifiesta hoy tan complejo que intentar contextualizarlo es tarea hartamente complicada. Todos los políticos dicen trabajar para el pueblo pero nadie cuenta nunca con ellos. El perverso populismo siempre se encarga de difuminar en su provecho cuanta grandeza pueda tener la idiosincrasia popular.
En la actualidad las ideologías están descaradamente al servicio de espurios intereses y al pueblo lo transforman en electores, productores y consumidores. Defienden lo identitario con himnos, banderas y desfiles para ocultar que ya poco importa la vida de las personas. Afortunadamente sigue existiendo esa buena gente machadiana que “viven, laboran, pasan y sueñan y en un día, como tantos, descansan bajo la tierra”. El pueblo de nuestros mayores durmiendo el sueño de los justos. Las tradiciones envueltas en el incierto manto de la modernidad. El populismo entrando a galope en nuestras vidas.
martes, 6 de mayo de 2025
Aprender escuchando
En uno de los videos póstumos del Papa Francisco llama la atención uno dedicado a la Juventud. En el mismo el Santo Padre les hace una especial advertencia: la importancia de escuchar, de saber escuchar. No se trata de prestar nuestros ya castigados oídos a tantas estupideces sonoras como nos rodean. Se trata, en clave machadiana, de distinguir las voces de los ecos. La gente, salvo contadas excepciones, se ha vuelto monotemática y parlanchina compulsiva. Hablan y hablan sin parar negándote cualquier opción a meter baza con algún comentario. No hay manera. Todo queda expuesto en clave personalista (mal endémico de nuestra Sociedad) donde han dejado de interesar las opiniones ajenas. Te encuentras a algún conocido e intentas explicarle algo que a él le puede interesar más que a ti. Misión imposible. No son capaces de concederte una tregua silenciosa de dos o tres minutos para que puedas expresarte con cierta claridad. Se hace verdad que cada día cobra más fuerza uno de los males endémicos de muchos españoles: hablan cuando debían escuchar y callan cuando debían hablar. El dialogo constructivo, aquel donde el escuchar siempre debía estar por delante del hablar, se encuentra prácticamente finiquitado. Nunca hemos tenido más oportunidades de estar bien informados y nunca, como ocurre actualmente, hemos tenido un mayor numero de “analfabetos” funcionales. Las Redes Sociales han propiciado que muchas personas de manera exponencial eleven los bulos a la categoría de noticias. Nadie contrasta ya nada y lo que digan las Redes va a misa (a ser posible de doce). Desde algunas de las esferas mediáticas y politicas se ha propiciado un proceso de alienación permanente donde han acostumbrado a la gente a no pensar (para eso ya están ellos). Las antiguas tabernas sevillanas eran un sitio natural para la charla distendida y también para algunas discusiones encendidas (sobre todo de Fútbol y Toros). De todo había en estos añorados santuarios donde la convivencia pacifica se regaba con un buen mollate. Ya incluso existen bares céntricos donde te dicen, mediante un cartel bien visible, que los veladores solo se pueden usar para desayunar y con un tiempo máximo de veinte minutos. Una certera manera de dinamitar la convivencia y el dialogo. Allí se va a comer y a dejar dinero en la caja; el que quiera charlar que se vaya a su casa. Hace tiempo que están encima de la mesa todas las coordenadas para enterrar a bombo y platillo la Sevilla de nuestros ancestros. Sevilla, la Sevilla de nuestros mayores, queda superada por una Sevilla contemporánea donde sus habitantes ya son meras comparsas bailando al son que marcan los “dueños” de la Ciudad. Tierra invadida cada día por una legión de turistas interiores y exteriores que, a la postre, son los actuales depositarios de la vida cotidiana de la Ciudad. A que negarlo ya somos extraños en el Paraíso. Culpar al turismo (los turistas) de los males que nos aquejan es una soberana tontería. Ellos vienen al reclamo de un Ciudad única en el mundo y no tiene sentido “criminalizarlos” por acudir al encuentro de la belleza más extrema. Son “nuestras” autoridades las que se niegan en racionalizar el Turismo en aras de una buena convivencia ciudadana. El problema no radica en que los forasteros no nos entiendan; el verdadero problema es que ya no logramos entendernos (por falta de dialogo) ni entre nosotros mismos. Las ciudades que se entregan atadas de pies y manos al turismo masificado tienen siempre en el aire la perdida de sus señas de identidad. La Historia nos enseña, querer aprender es otra cosa.