miércoles, 25 de febrero de 2009

Tienes un e-mail.

El título de este Toma de Horas lo he recuperado de una película que estaba dirigida por Nora Ephron e interpretada por Tom Hanks y Meg Ryan. Aquí, en esta comedia romántica, ya se planteaba abiertamente como se ha revolucionado de manera radical la comunicación entre las personas. Hoy, el móvil a través de sms e Internet a través de “chateos” y e-mail, condicionan las formas de contactos habituales, fundamentalmente entre los más jóvenes. Como todo elemento novedoso y especialmente innovador está compuesto de luces y sombras. Ya podemos decir que Internet está presente y coordina las distintas administraciones públicas. También resulta fundamental en centros educativos y culturales. Igualmente en todo tipo de empresas y entidades sociales,políticas, culturales o religiosas (en el mundo de las Hermandades ya se puede hablar de un antes y un después de Internet). Lo que es mas llamativo -y causante de un mayor impacto familiar y personal- es el encontrarse ya instalado en muchísimos hogares españoles (y aumentando vertiginosamente cada día). Es una herramienta valiosísima y vertebradora socialmente. Lógicamente siempre que se le dé una correcta y enriquecedora utilidad. No nos engañemos, toda herramienta siempre tiene una función positiva y otra negativa. Como simple ejemplo podemos decir que con un martillo un hombre arregla una puerta y se gana el pan de su casa, mientras que un canalla asesino lo utiliza para abrirle la cabeza a una mujer. En ambos casos se dieron martillazos pero en uno desde la decencia y la laboriosidad y en el otro desde la repugnancia mas criminal y abyecta. . Sin duda nadie podrá argumentar que un martillo sea bueno o malo por sí solo, va a depender de la utilidad que se le haya dado. Bueno, pues extrapolamos esta reflexión a Internet como herramienta y llegaremos a la misma conclusión. Decir que Internet ha roto todas las fronteras habidas y por haber es decir mucho. Siguen existiendo abismales diferencias entre países ricos y pobres. Continuan latente y dolorosa el hambre y la injusticia. Siguen existiendo políticos decentes y corruptos. La Humanidad se sigue alimentando de personas nobles y gentuza perversa. Sigue prevaleciendo -¡y de que manera! el “amiguismo” y el “enchufismo” en detrimento de la auténtica valía de las personas. Lo que sí ha revolucionado Internet a nivel social han sido las vías de comunicación, formación e información. Hoy, por ejemplo, un sevillano amante de su Ciudad y hermano de la Estrella que vive y trabaja en Australia, tiene –si está conectado a la Red- enormes posibilidades de conocer de primera mano los aconteceres de su Ciudad y la palpitante actualidad de su querida Hermandad. Esta intercomunicación a efectos informativos, formativos, laborales o comerciales podemos hacerla extensiva a cualquier campo profesional, histórico, cultural o sentimental. Es decir a través de Internet podemos intercambiar datos, información o vender y comprar cualquier cosa. Desde un Palacio en la Toscana a un rosario en una tienda de la calle Francos de Sevilla.

Para algunos –entre los que me encuentro- ha supuesto una fuente inagotable de elementos históricos en mi tareas de investigación (fundamentalmente en el Flamenco), y un alivio mas que evidente en mi faceta de escritor (dado que padezco una artrosis en las manos muy avanzada y no tengo ya que utilizar las antiguas máquinas de escribir que me dejaban exhausto). También lo que antes conseguía en largas jornadas en Hemerotecas y Archivos hoy lo consigo sin moverme de casa. Siempre partiendo de la base que en Internet se cuelgan verdaderas barbaridades “históricas” y “culturales”. Toda la información que se da no podemos darla por por válida. Solamente las que se hagan desde el rigor y el conocimiento. Por tanto la solución es recurrir solamente a webs solventes, rigurosas y de calidad contrastada.

El peligro, el enorme peligro, que tiene Internet está en las vías de contacto (utilizadas mayoritariamente por gente joven). Se logra contactar y tener “amistad” con personas a los que no se conocen personalmente. Ignorando si la imagen que proyectan hacia tí (incluyendo fotos) es la real o por el contrario, como decimos por estos lares te están “dando gato por liebre”. Por estas autopistas de Internet se han colado pederestas y una fauna canalla de los mas variopinta. Antes era vital que en nuestra condición de padres quisieramos conocer a los amigos de nuestros hijos. Siempre se ha dicho –y de manera muy correcta- que una mala compañía te chafaba en dos días todo un proceso educativo. Hoy tu hijo/a enciende el ordenador de su cuarto y entra en un mundo totalmente desconocido para tí y, ante el que te ves impotente pues se te escapa de las manos. No puedes opinar ni aconsejar en tu compromiso de padre sobre algo que inevitablemente ignoras y que te puede coger con el paso cambiado. Hoy parece ser que lo fundamental es respetar la privacidad de nuestros hijos. Mala cosa es generalizar y meter a la juventud en la misma dinámica, pero para una parte no desdeñable, Internet y los móviles de última generación (los de las fotitos para entendernos) han traido consigo una dosis de violencia (valga como ejemplo secuencias de acosos escolares colgados en la Red) que podríamos decir que -como las armas- también los carga el diablo.

La cuestión parece ser, que es el peaje que todos tenemos que pagar por una libertad “progre” que en muchas casos –ya demasiados- terminan alterando grave y sustancialmente la vida de muchas familias. Se me argumentará que esta es una visión catastrofista del tema y, que estos contactos en muchísimos casos han sido positivos y socialmente vertebradores de muchos jóvenes de distintos orígenes y extracciones sociales. Evidentemente, pero vuelvo a recordar la teoría del martillo. Lo que es incuestionable es que tampoco podemos obviar que en algunos hogares cuando se enciende el ordenador, se está apagando a la vez la llama del futuro de muchos jóvenes y el sosiego de muchas familias.

Para la cultura “progre” (de la que como socialista-democrático reniego por falsa e hipócrita) todo se reduce a “eltodovale” en aras de una libertad indididual y nunca colectiva, pues con la segunda se encuentran sumamente incomodos. Defienden “sus” libertades, pero ¿y la de los demás?. Basta recordar la famosa respuesta de Lenin a una Comisión de españoles que le visitó en la extinta URSS….¿Libertad?, ¿Libertad para qué?.

Al final –nada nuevo bajo el sol- todo se reduce siempre a lo mismo: Educación, educación y educación. Educar no desde esa supuesta amistad y “buen rollito” con nuestros hijos. Más bien ejerciendo de padres y educadores responsables. Desde el cariño y utilizando como armas educativas el ejemplo edificante, el diálogo productivo y que lleguen de “motus propio” al convencimiento de que sin auto-disciplina poco o nada podrán conseguir en la vida. Que Internet pueda ser una herramienta valiosísima en estos menesteres educativos está fuera de toda duda. Pero insisto en el uso, en su buen uso, está la clave. Para terminar dos cuestiones personales sobre el tema: por prescripción informática nunca abro los “correos no deseados”. Lo que me llama la atención es que (dentro de mis cortos conocimientos de inglés) todos los que recibo en este apartado hacen alusión a la Viagra y a las erecciones. Me gustaría saber quien es el ca…. de mis amigos que va comentando por el mundo que ya no soy el que era. Sobre la segunda quiero rogaros lo siguiente: a un hiponcondríaco como yo -que además vive solo- no podéis comentarle continuamente que hacer en caso de un posible infarto; que sí tosa fuerte o que tenga dos aspirinas a mano en la mesita de noche. Palabra que como hombre previsor y con familiares en el campo de la medicina ya lo tengo todo previsto. Además lo último que hago cada noche antes de “entrar en el sobre” es mirar un momento la cara de mi Señor de Pasión. Al final Él dirá si me toca irme o quedarme. Yo de momento estoy bien aquí y prefiero quedarme más tiempo. Gracias de todas formas por vuestro interés. Yo también os quiero.

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