viernes, 12 de junio de 2009

La rebelión de las criaturitas.

El próximo lunes 15 de junio, los béticos tenemos una cita ineludible con nuestra Historia. Se trata de conseguir con nuestra presencia –ni más ni menos- el recuperar nuestra dignidad, nuestros sentimientos y nuestras señas de identidad verdiblanca. Abolir de una vez por todas, la usura desmedida, el despotismo y el penoso circo de gorrones de toda índole y condición. Podemos decir sin miedo a pecar de exagerados que: ahora o nunca. Ya no caben tibiezas ni dudas sobre “nuestro” Betis. O nos unimos y navegamos todos en la misma dirección o lo malo estará todavía por llegar. Tiempo al tiempo.

Ese lunes, señalado en el calendario sevillano con letras verdiblancas, no estaremos solos. Para nada. Estarán con nosotros aquellos que en 1907 le dieron forma a este sentimiento verdiblanco. También, a que dudarlo, los jugadores que consiguieron la Liga del 35 y que, motivado por la trágica Guerra Civil, se diezmaron y nos dejaron huerfános de futbol y goles. Larga y penosa fue desde entonces nuestra andadadura por los campos de Tercera y Segunda División. No faltará a la cita nuestro Presidente Ignacio Sánchez Mejias, el poeta-torero que en su finca de Pino Montano reunió a lo mas granado de la generación de escritores del 27, y que era amigo intimo de Federico García Lorca. Juntos cantarián los “Ojos verdes” de Rafael de León….”verde como el trigo verde y el verde, verde limón” (el mismo color de ojos que Fernando Villalón intentó para los toros de su dehesa). Otro Fernando (Daucik) reconvirtió a León Lasa, Kuzman y Esteban Areta de delanteros en defensas. Antonio Barrios que nos subió a Primera y logró que tocaramos la gloria con las manos. Don Benito Villamarín que nos consolidó como Equipo de la élite y al que dentro de poco restituiremos el nombre de su Estadio, del que tan torticeramente le despojamos. Todo volverá a su ser. Estará la Duquesa de Alba y Curro el de los periódicos. El Arte torero con faenas de ensueño de Curro Romero y el Cid. La casta de Macario, Martín Esperanza, Javier López, Juan Merino o Bizcocho. La linea fronteriza que Sebastián Alabanda trazaba en el centro del campo.

El beticismo insobornable de Portu, José María de la Concha, Pedro Buenaventura, Alberto Tenorio, Alfonso Jaramillo o Luis Bellver. Las manos mágicas de Vicente Montiel. Finidi con su mascota celebra-goles. Las suntuosas manijas de Andrés Bosch y Alexis. Los golpes franco(con perdón) de Calderón. La defensa numantina que de la puerta del Betis hacía Eusebio Ríos. La zurda de caoba con sus famosas “tostás” del coriano Rogelio Sosa. Los cabezazos goleadores de Fernando Ansola (59 goles en 114 partidos, la mayoría de cabeza). Antón, el ferrobús de Barbate arrollando por la banda izquierda. El futbol trianero de seda, canela y menta de Quino. La majestuosa salida del balón de Vidakovic y Mühren. El vuelo de un canario llamado Pepín. La grandeza de un portero llamado José Ramón, un vasco que nos dio una copa quitándoselas de las manos a los vascos. La finta y los goles de Alfonso….”que bonito, que bonito, son los goles de Alfonsito”. La elegancia exquisita de Isidro. Julio Cardeñosa, posiblemente junto a Luis Suárez, el mejor 10 de la Historia del futbol español. Rafael Gordillo, nuestro jugador -de largo- mas internacional. Un vendabal que llegó a heliopolis desde el Polígono de San Pablo, y que galopando por la banda izquierda propició con sus centros los Pichichis de Poli Rincón y Hugo Sánchez. El muro infranqueable que era el almeriense Antonio Biosca. ¡Pedazo de central!.
Las majestuosas incursiones por la derecha de un portuense llamado Joaquín (que descubrió -ya tarde- que su arte solo era asimilado por los aficionados de las trece barras). Un “lobo” (Diarte) y un “toro” (Aquino) dispuestos a empotrar balones en las redes contrarias. También estará Gabino, el de las Letanías, que venía para futbolista grande y se quedó en el camino. El jerezano Antonio Benítez, que jugaba bailando por bulerías. Nuestro máximo referente y buque insignia Luis del Sol Cascajares, futbol sevillano en estado puro y que se nos configura como nuestro Alfredo Di Estéfano verdiblanco. No vino de la pampa argentina sino de regatear a la pobreza entre los raíles del tren en San Jerónimo. Tampoco faltarán José Manuel Cobos y Juanjo Cañas levantando las Copas que nos elevaron a la gloria futbolera.

Todos estaremos en cuerpo y alma, los ausentes y los presentes engarzados en el ayer, el hoy y el mañana. Llenemos a rebosar el día 15 la Plaza Virgen de los Reyes de sentimiento verdiblanco. Llevaré, arropado por la memoria sentimental, a mi tio Antonio y a mi vecino Joaquín que me llevaban siendo una “criaturita” al Betis y me hicieron socio con tan solo ocho años de edad.

A que dudar que “acolasaremos” la Plaza Nueva e intentaremos acabar definitivamente con los “prosupuestos” y las “asandias”. Vendrá a bendecirnos desde los cielos don Jerónimo, parroco de San Nicolás de Bari, que un día dejó colgada una boda por jugar el Betis a la misma hora. Nosotros si que somos más que un “cluf”, somo un sentimiento que hace 17 años fue secuestrado en unas oficinas financieras del Fontanal.

Quiera Dios, que nunca mas volvamos a ver a gente joven y niños llorando desconsolados en nuestro Estadio (ni tampoco lo deseo en el de Nervión). Vayamos todos juntos el lunes día 15 en busca de la recuperación de nuestra dignidad de béticos. Vamos a emanciparnos de tantos mercaderes y tantos diteros de toallas y cacerolas “colorás” de Esmaltaciones San Ignacio, que se han mostrado insolidarios con nuestra sensibilidad verdiblanca. De notario mayor llevaremos a don Lorenzo Serra Ferrer al que hicimos nuestro para siempre. Nuestra Madrina desde los cielos será la Excma. Señora doña María de las Mercedes, augusta Madre del Rey. Los sociólogos dirán que el futbol nos somete a un proceso de alienación que nos distrae de cuestiones más fundamentales e importantes. Puede que tengan razón, pero los sevillanos siempre nos hemos nutrido para vivir del cuarteto de Alejandría. A saber: familia/amigos, trabajo, Equipo futbolero y Hermandad. Esto se complementa, y nunca será óbice, con el preocuparnos de cuestiones políticas, ambientales, culturales o sociales. Cada cosa en su sitio y cada sitio en su cosa. Pero no seamos ingenuos y no tratemos de convencer a un bético, que ahora mismo son más importantes para él las elecciones europeas que el futuro de su Betis.

Como ejemplo de la grandeza de esta Sevilla nuestra, solo puedo añadir que el día de la manifestación han quedado en acompañarme dos amigos del alma que llevan por bandera los colores del sevillismo. Me dicen que lo que pedimos no es solo justo y primordial para el futuro del Betis, sino para los intereses generales de la Ciudad. Dicho queda. Yo, si me lo permiten, añadiría: ¡Gloria eterna a Antonio Puerta que camina orgulloso por la banda izquierda de los cielos!.

P.D. Que ninguna maniobra disuasoria del “dueño” del Betis de las que ocurran –o ocurrirán- esta semana, desvien nuestra atención de la Marcha Verde del día 15. Estamos pagando ya muy caro nuestra ingenuidad de estos últimos años. Ya ha pasado la etapa de los “golpes de efecto”.

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