lunes, 25 de enero de 2010

Con cuchillos y pistolas.



Al sereno de mi calle
le quieren quitá la novia;
esta noche nos veremos
con cuchillos y pistolas.
(Camarón por Tangos)



Pues allí estaremos. Que nadie lo ponga en duda. La cita será en “Ca el Maera”. Arribaremos cuando la tarde pierda lentamente sus últimos fulgores de luz en los brazos de la noche aljarafeña Se nos ha dejado claro que solo podrán participar en la reyerta los solteros menores de 30 años, y sin ningún vástago pendiente de crianza y apellidos.

Ya han confirmado su asistencia Juanito Berenjena, el Cuqui, Salvador el de Amparo, Fali el de la Espartería, Chicharito, Eduardo el de Coronado, Manolo el de la Inés, Currito el Pastelero, Manolo Faquiro, Juan Luis el del Zaguán, Manolito Valencia y Paco el Gitano. Se nos ha recomendado que vayamos llegando de uno en uno para no despertar sospechas. Con andares rápidos y pegados a las paredes de las calles para evitar que nos delaten las alargadas sombras de la noche. Allí, en el mostrador del “Maera” nos esperan -firmes como soldados de La Legión- tres botellas de Zalamea con sus pitorros incrustados en el cogote. Beberemos el aguardiente a chorro como lo hacen los mineros de La Unión. Tenemos que quitarnos el sabor a metal que sienten los toreros en sus gargantas cuando el toro aparece por los toriles. Luego empezaremos el reparto de navajas de Albacete, con brillos lorquianos de luna clara en sus afiladas hojas. Pistolas traídas expresamente para la ocasión de los poblados del Oeste de Almería (tampoco pasa nada si por una vez ganan los indios). Nos conviene ir bien pertrechados por lo que pueda pasar (pasarnos).


Todo empezó cuando uno de la Banda del Breva del vecino Barrio de los Mamelucos se encaprichó de la novia de Perico el Sereno. Recibió de ella un no rotundo por respuesta, pero comentó por las tabernas de manera altanera que sería para él por las buenas o por las malas. Que el lunes –por hoy- vendrían todos a secuestrarla. ¡Y hasta ahí podíamos llegar!.


Ya lo tenemos todo previsto. Una vez armado hasta los dientes nos agruparemos en la Plazuela de las Rosas. Allí aguardaremos silenciosos y con los pulsos a mil por hora. Situaremos a Chicharito en el campanario de la Torre la Vela que es el punto más alto y con mejores vistas de nuestro Barrio. Solo pueden entrarnos los del Breva por el Puente de los Suspiros. Una vez que sean divisados por Chicharito este nos avisará con un Cante por Martinete. Alto y fuerte como la rabia que nos embarga.


Después, lo que tenga que pasar pasará. Sabemos que nos duplican en número pero nosotros los superamos en cojones y dignidad. Está en juego la honra de nuestro Sereno y eso para nosotros es sagrado:

Los Serenos de Triana
van diciendo por las calles,
que duerma el que tenga sueño
que yo no despierto a nadie
.



Siempre que llegamos a las claritas del día ebrios de amores, vino y cante, siendo del todo incapaces de conseguir que se fundan amorosamente llave y cerradura, ahí está siempre para ayudarnos Perico el Sereno. Discreto, bondadoso, servicial y cómplice silencioso de nuestro desatino:



Por tí yo me acuesto tarde;
por tí me van a dá un día
una puñalá en la calle.



¿Y estos cabrones le van a quitar la novia?. Por encima de nuestros cadáveres.
Dicen que el pasado sabado se agotaron en las droguerías del Barrio los tintes Iberia de color negro. Abuelas, madres y hermanas quieren estar prevenidas por si tienen que enlutarse de negra pena por dentro y por fuera. Todas rezaron por nosotros el domingo en la misa de doce. Durante la misma nos comentan que retumbaron las paredes del Templo cuando don Indalecio dijo:….”En verdad es justo y necesario”. Muy pocos se percataron de que la Virgen del Rosario tenía algunas lágrimas de mas en su bello rostro. Las mujeres han pintado cruces en las puertas de las casas como en el “Romance del Amargo” y han puesto nuestros nombres debajo. Esperemos que cicutas y ortigas no nazcan en nuestros costados.

Somos gente pacifica, tolerante y sentimental, pero nos enseñaron nuestros mayores que si quieren arrebatarnos algo nuestro lo defendamos con uñas y dientes. No queda otra por tanto. Vivir con mansedumbre y sin honor o morir ondeando las banderas del orgullo y la honra. Si logran abatirnos, y luego nos arrojan al río, seguro que lo último que se hundirá serán nuestros huevos.

Si falto a mi próximo “Toma de Horas” ya sabéis a que ateneros. Un coñazo que os ahorráis. Ya seré tan solo un grano de arena en la memoria sentimental de esta Ciudad. Contactad con Salva Gavira que él os dirá –si lo estimáis oportuno- donde podéis dejarme un clavel – un rojo rojo clavel-. O mejor: esperad un poco más y llevarme un recorte de prensa con un titular que diga: “!Por fin!, don Manuel Ruiz de Lopera liberó al Betis de su secuestro”.

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