lunes, 21 de marzo de 2011

Waka-Waka o el Piquetazo.



La figura del libero en el mundo del fútbol es más reciente de lo que pueda parecer. No hace muchos años se jugaba con un central y uno de los dos medios, el de corte más defensivo, bajaba en apoyo del centro de la defensa. Para situarnos citemos a dos medias excelente de los equipos sevillanos: Ruiz Sosa-Achúcarro en el bando de los “palanganas” e, Isidro-Valderas en la de los “verdolagas”. Los defensas centrales solían ser jugadores muy expeditivos y con escasos recursos técnicos. Se configuraban como auténticos frontones vestidos de corto. Su misión en el campo consistía que, al recibir el balón, había que mandarlo contra más lejos del área mejor. No fueron pocas las veces –en campos pequeños- que después de un voleón el balón terminara fuera del campo y en plena calle. Hay un precedente majestuoso en el balompié español de sacar el balón jugado desde atrás y, posiblemente, entre los primeros del fútbol mundial. Me estoy refiriendo a Jesús Garay Vecino (1930-1995). Primero en una década en Bilbao (1950-1960) y posteriormente en cinco años gloriosos con la camiseta blaugrana (1960-1965) cambió radicalmente los esquemas del juego defensivo. Garay muy pocas veces pegaba pelotazos y siempre sacaba el balón con una conducción elegantísima armando el juego desde su propia área. Que hoy no lo recuerden ni lo citen los doscientos analistas futboleros que pululan por radios y televisiones no es de extrañar. Todo forma parte del juego que une olvido con ignorancia.

La cima de los liberos del mundo mundial la alcanzó un alemán al que apodaban “El Káiser” y cuyo nombre respondía al de: Franz Beckenbauer. Un auténtico ingeniero del balón, construyendo desde su propia portería, hermosas propuestas arquitectónicas del mejor fútbol imaginable. Cuesta creer que cuando se citan a los grandísimos jugadores de la Historia omitan su nombre entre los mejores. La memoria no solo es frágil sino perversa. Era mucho Franz este “Káiser alemán”.

En el fútbol actual ya los pelotazos sin sentido brillan por su ausencia. Todas las defensas tienen un libero que enhebra la construcción del juego desde atrás, propiciando eso que hoy llaman “la triangulación”. Posiblemente en la figura de Fernando Hierro encontremos el modelo hispano más excelso y completo. El malagueño lo mismo jugaba el balón en corto que en ajustados desplazamientos de cuarenta o cincuenta metros. Posiblemente en las filas sevillistas haya sido Antonio Álvarez quien mejor haya representado esos valores. En el Betis, Risto Vidakovic se me aparece como el mejor de la Historia verdiblanca.

En la actualidad contamos en nuestro país con el mejor libero existente en el mundo del fútbol actual. Se llama Gerard Piqué y sus actuaciones tanto en su equipo del Barcelona como en la Selección española no dejan lugar a dudas. Su conducción del balón; el achique de espacios, y la seguridad en el pase, lo hacen configurarse como el defensa con el que sueñan todos los equipos grandes. Pero, como nadie está contento con lo que Dios le ha dado, va el “buen hombre” y se nos hace novio de una diosa colombiana: la cantante Shakira. ¡Si esto no es acaparamiento que venga Dios y lo vea! Joven, rico, guapera, famoso, pedazo de jugador y encima…. ¡novio de Shakira!

Tu tranquilo “Gerardo”. Si en los campos españoles te cantan para desequilibrarte el “Waka-Waka” que se “joan”, que los corroe le envidia. Ese y no otro es nuestro deporte nacional. Disfruta de tu relación con tan deslumbrante muchacha y sigue sacando el balón sin maltratarlo. Solo me permito hacerte una recomendación: cuando avances con la pelota olvídate de las caderas de tu novia o volverá de nuevo la era del “pelotazo”.

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