Alberti rema entre nubes de algodón soñando con su vereda, soñada y perdida para siempre, del Puerto de su infancia. Lorca sacude vareando los olivos de la vega granadina para no escuchar el descerrajo de los tenebrosos mosquetones. Machado, don Antonio, abre sendas poéticas por entre las olas del mar bravío. Machado, don Manuel, llena de contenido poético los vasos vacíos de las bohemias noches del Flamenco. Cernuda sueña, entre Acetres y Aire, con la buena nueva de las palomas mensajeras surcando los cielos que perdimos. Caracol canta por Siguiriya; Vallejo por Granaina; Mairena por Soleá y Camarón por Tangos. La Macarrona baila por Bulerías; Antonio por Farruca y, Juanita Reina, sueña con ser “Madrina” cuando Ella pase de nuevo por la calle Parras. “Esta noche va a llover que tiene cerco la luna / mi pozo cogerá agua / que no le queda ninguna”. Al Mutamid pasea su soledad arrastrando pena y chilaba por los Jardines del Alcázar. Rafael Montesinos escribe su poema de exilio interior debajo de la pizarra que en la Bodeguita de San Lorenzo cuenta los días que faltan para… ¡la Feria! Allá por San Nicolás una mocita criada en Carmona dice un “Si quiero” que le nace de las entrañas del alma. ”Antoñito Procesiones” arrastra sus pies salpicando de romero a los santos varones del cielo. “Luna, ¿tú no estás cansada de girar al mismo mundo? / Luna, tú no te vayas / porque dicen que a veces se tarda el alba”. “Bobote” toca las palmas y las palomas de la Plaza de América levantan el vuelo por Bulerías. Sánchez Gordillo porta la Cruz de Guía de la “Quinta Angustia”. La camisa blanca de la esperanza española se solea en una azotea de la calle Castilla. Ángel Vela sueña Triana para que nosotros la podamos también soñar con él a través de su talento. “Yo me emborraché en Triana / y llegué hasta San Bernardo / agarrao a las ventanas”. La noche, se cierra sobre si misma como un abanico olvidado en una revuelta cama testigo de amores furtivos. Adriano invita a comer a sus huestes en el “Ventorrillo Canario”. Trajano se marcha a ver “una de romanos” en el “Cine Club-Vida”. “Porque te llamas Aurora / yo me levanto al rayar el día / si te llamaras Angustias / de penita me moriría”. En la Plaza de la Pescadería, “La Mina”, la única de España que da vino en vez de carbón, lamenta la falta de tertulianos. Isabel “la Católica”, escribe el prologo del libro que recoge las memorias de Cristóbal Colón. El “Concierto de Aranjuez” del Maestro Rodrigo suena en los Jardines de Murillo. “Candelaria” de Manolo Marvizón se escucha en las noches plateadas de los Jardines de Versalles. El “Niño Ricardo” le enseña una nueva falseta a Sabicas. Antonio Machín le da una de sus “Dos Gardenias” a doña Concha Piquer. “Yo no se lo que me pasa / cualquier vereda que cojo / siempre me lleva a tu casa”. La Luna se pregunta: ¿Donde están los maletillas nocturnos de las dehesas? ¿Dónde los poetas de esquinas blandas? ¿Dónde los besos furtivos de los enamorados¿ ¿Dónde, donde los hombres? La respuesta está en el viento que hace volar las cometas de los niños. La Luna tiene sueño y ya no espera para recogerse ni siquiera a que nos quedemos dormidos. “De una pedrada me cargué el cristal y corrí, corrí con ella, hacia mi portal”. Luna de soñadores románticos; luna de lobos hambrientos; lunita de acero frío.
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