Por la edición digital del “Diario de
Sevilla” nos desayunamos hoy con el fallecimiento de doña María Felisa Martínez
López “Marifé de Triana”. Tenía 76 años
de edad y ha fallecido en la
Costa del Sol (Benalmadena) donde residía desde hace unos
años. Llevaba ya tiempo luchando estoicamente contra una cruel enfermedad. Esta artista, tan singular como irrepetible,
empezó a trabajar con tan solo once años de edad recibiendo merecidamente en el
2011 la “Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo”. Era una de las grandes, muy grandes, de la Copla y posiblemente quien
mayor carga dramática supo imprimir a cada tema encima de un escenario. “La Emperaora”, “La Loba”, “Tres puñales”, “María
de la O” o “Torre
de Arena” (entre otras muchas) como coplas inolvidables y para siempre cosidas
a las paredes del alma del pueblo. Esta
artista inconmensurable era además una ciudadana ejemplar y una andaluza
universal. Una Señora fuera y dentro de
los escenarios. Discreta, artista (sin
ningún atisbo de vanidad), educada, solidaria, bondadosa, amigo de sus amigos y
portadora en su arte de los cimientos que hicieron única e inmortal a la tierra
andaluza. Con el fallecimiento de Marifé se nos va cerrando un círculo mágico
de artistas irrepetibles que enriquecieron hasta límites insospechados nuestro
patrimonio cultural-sentimental. Son
eternas por estar enclaustradas en la memoria sentimental de la gente. Coplas susurradas y coreadas en talleres de
modistillas o en lavados comunales de patios de corrales de vecinos. La radio de galena como nexo de unión entre
artista y pueblo. Testimonios imperecederos de una época donde los grandes
artistas, como Marifé, consiguieron que se orillara el hambre y las
penurias. Gloria eterna a Marifé de
Triana junto con nuestro reconocimiento y eterno agradecimiento. Mi madre la
adoraba y yo adoro cuanto adoraba mi madre. La arena de su Torre se desparrama por el
Altozano para secar las sentidas lágrimas de los trianeros. Sevilla llora su muerte y asume la orfandad
de las perdidas irreparables. Son
muchas, quizás demasiadas, como para que no nos pese este saco de orfandad que
portamos sobre nuestras espaldas.
Descanse en paz Marife, de siempre me ha gustado la copla y en su voz más aún.
ResponderEliminarSaludos
Que ilustracion más apropiada, parece estar hecha para esta entrada. Enhorabuena, juan Luis, y mi pesar para ti y para todo el mundo de la copla.
ResponderEliminar