Ha muerto Pepe Luis Vázquez. Se nos ha ido, a los 91 años de edad, un
sevillano ejemplar llamado don José Luis Vázquez Garcés y un torero irrepetible
al que conocerá la Historia del Arte de Cuchares como Pepe Luis Vázquez. Vivió
sus últimos años recluido en su casa con sus recuerdos, el profundo cariño de
la extraordinaria familia que supo crear y el respeto y la admiración de la
sevillanía más profunda. Nadie como Pepe Luis Vázquez fue capaz de simbolizar
cuanto representa el Toreo al sevillano modo. Gracia, templanza, donaire y
majestad iban hilvanados en su toreo de capa y cosidos con hilos de oro en su
muleta. Amigo incondicional de otro torero de leyenda, Manolote, con el que
llegó a compartir 122 tardes de grana y oro. Quedó marcado por la tremenda
cornada que sufrió en el rostro en la Plaza de Santander y que a la postre le
produjo la perdida de la visión de un ojo. Se retiró alternando cartel con su
hermano Manolo y con quien estaba llamado a sucederle en el corazón de los
sevillanos: Curro Romero. Amplia información sobre su vida recoge hoy la prensa
local sevillana -y los medios taurinos de Internet- como para tener que ahondar
desde aquí en su biografía. Eterno su “cartucho de pescao” que consistía en
citar a los toros con la muleta plegada. Tuvo en vida una gran amistad con don
Eduardo Miura donde en la Plaza uno, el ganadero, ponía los toros y otro, el
torero, su profundo Arte. Su fama en Sevilla era de tal dimensión que bastaba
decir en cualquier ambiente “Pepe Luis” para saber a quien se estaban
refiriendo. Profundamente enraizado en nacencia y querencia con su Barrio de
San Bernardo queda ya eternamente en las cuidadosas manos del Cristo de la
Salud y la Virgen del Refugio. Mi padre sentía autentica veneración por el
“Sócrates de San Bernardo” y hoy, su hijo, escribe estas líneas en nombre de
los dos revestido de la emoción más profunda. Me vestiré de “Domingo” para
despedirle dentro de un rato en el Salón del Apeadero del Ayuntamiento de
Sevilla. Cuando cada día nos vamos sintiendo más solos y huérfanos de
referentes sentimentales y culturales es que algo empieza a desmoronarse. Pero
como es históricamente demostrable que Sevilla siempre le da al Arte –y a la
vida- una segunda oportunidad…...siempre nos quedará Morante.
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