domingo, 21 de junio de 2015

Ni puñetera idea





Recuerdo una genial viñeta de Mafalda del no menos genial Quino. Un profesor termina una clase y pregunta a sus alumnos si tienen alguna duda sobre la misma. Manolito levanta la mano y el “profe” le pregunta que no ha entendido a lo que le responde Manolito: “Desde septiembre hasta hoy nada”.  En los estertores del franquismo se empezaron a abrir poco a poco una serie de ventanas (fundamentalmente en el Cine) proclives a ir calmando nuestras ansias juveniles de libertad.  Veíamos en la Sala de Arte y Ensayo de la calle Trajano o en los ciclos del Cine Club-Vida una serie de películas extranjeras que más que gustarnos o no es que no lográbamos entenderlas. Ciclos de cine checo o ruso donde salías de la sala buscando desesperadamente un par de optalidones. Además, con el agravante de que la mayoría eran subtituladas.  Después de la lectura de un libro o la visión de una película lo normal es que te guste mucho, poco o nada. Pero, ¿y cuando no te enteras de que va la cosa? Si además el libro en cuestión o la “peli” viene avalada por una buena critica, ¿cómo le dices “al personal” que no te has enterado de nada?  Recuerdo una vez, hace ya muchos años, que coincidí con un poeta sevillano en un acto cultural. El último libro que había sacado al mercado disfrutaba de muy buenas criticas e incluso le habían dado un Premio de Poesía de cierto renombre. A mí había algunos poemas con los cuales no terminaba de aclararme y, después de felicitarle, así sinceramente se lo expuse. Me dijo que cuales eran y se los mencioné a continuación. En un ejercicio supremo de sinceridad me dijo: “Lamento no poder ayudarte pero yo no tengo ni puta idea de lo que significan”.  Creo recordar que uno de ellos decía más o menos lo siguiente: “La nieve abría su surco de soñada primavera / por entre las dunas de las caballerizas / formando un triangulo amoroso / por donde se colaba el sol del mediodía”.  ¿Nieve y primavera?; ¿arena de dunas?; ¿caballos, amoríos y calor? Hace ya muchos años que un amigo pintor me enseñó (mejor me educó) a saber visualizar el arte abstracto o de vanguardia sin tener que contextualizar lo que se expone. Dada mi condición de zoquete integral me resulta un tanto desesperanzador cuando un amigo te deja una película loando sus grandes virtudes y, después de verla en dos o tres ocasiones, al final no te enteras de nada. Cuando se la devuelves como le dices que si no le importa te la explique.  Lo que me dijo el poeta aquel día: no tener ni puñetera idea.


Juan Luis Franco – Domingo Día 21 de Junio del 2015

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