Tiempo de finiquito

Recuerdo cuando a mediados del pasado mes de mayo me llamó un amigo para comunicarme, por si no lo sabía, el fallecimiento de B.B. King.  Este buen amigo es una de las máximas autoridades sevillanas en el conocimiento del Jazz y, también, del Blues. Lo sabe todo sobre todos. Después de valorarme y ensalzarme las grandísimas cualidades de este genial músico, nacido en Itta Bena-Misisipi, y facilitarme algunos datos de su biografía que yo desconocía nos paramos un rato a charlar sobre lo humano y lo divino.  Ambos hemos tenido la suerte (por llamarlo de alguna forma) de enterrar a nuestros ancestros a edades muy avanzadas y la vida nos ha tratado de bien para arriba.  Con el pesar de la muerte de B.B. King y antes de despedirse me hizo una reflexión que a la postre me dio que pensar. Me dijo textualmente: “Juanlu no se si te das cuenta que nuestro mundo se desmorona por día”. Bien cierto es. He perdido en los últimos años demasiados referentes culturales-artísticos-sentimentales que me han dejado instalado en la orfandad.  Se han marchado para siempre los mejores iconos de mi juventud y los mismos siempre permanecerán conmigo mientras mi corazón siga latiendo.  Mis grandes referentes contemporáneos del Flamenco que han sido Antonio Gades, Camarón, Enrique Morente y Paco de Lucía ya no están entre nosotros. Me quedé sin Elvis y también sin dos de los Beatles (John Lennon y George Harrison).  Se fueron para no volver Paul Newman y Marlon Brando y la vida ya no será la misma sin la mirada de Liz Taylor. En estos últimos dos años rara es la semana que no me llegan noticias de una sensible pérdida. Entiendo que esto forma parte del ejercicio de vivir y, más concretamente, de ir cumpliendo ya muchos años. Los grandes artistas se eternizan a través de sus obras pero sus bajas terrenales nos alertan que nuestro tiempo ha entrado de lleno en su epílogo existencial. Vivimos casi de milagro e irremediablemente estamos instalados en Tiempo de finiquito. Solo nos queda, que no es poco, vivir por nosotros y por aquellos que ya no pueden hacerlo.

Juan Luis Franco – Lunes Día 15 de Junio del 2015