jueves, 28 de abril de 2016

Punto muerto




 

“En la vida hay amigos íntimos, amigos,

conocidos, adversarios, enemigos,

enemigos mortales y…compañeros de partido”

- Giulio Andreotti -

 

Era más que previsible que para el 26 de junio estábamos irremediablemente abocados a una nueva Convocatoria Electoral.  Todos los intentos negociadores llevaban el marchamo del fracaso en el ADN de los partidos políticos.  Posiciones irreconciliables donde todos (algunos de forma descarada) daban prioridad a catar el Poder en primera persona. Eso que llaman el bien común o los intereses generales de los ciudadanos no dejaba de ser para todos la “excusa perfecta”. Lo realmente sorprendente es como los recién llegados se parecen cada vez más a los mismos que abiertamente critican.  Dada que mí condición es bastante proclive a manifestarme en completa libertad y de manera directa y responsable diré que el acuerdo (Pacto) al que llegaron PSOE y CIUDADANOS me sonaba bastante bien (tanto en la música como en la letra). El problema es que numéricamente (131 diputados) no daba para poder formar gobierno. Pedirle la abstención a quienes (legítimamente por otra parte) solo quieren catar el poder enfundados en chándal venezolano no dejaba de ser un ejercicio de suprema inocencia. Derecha o Izquierda son términos que hoy, en no pocas ocasiones, quedan difuminados por comportamientos contradictorios. España vive una situación alarmante en cuanto a derechos sociales y laborales se refiere y la diferencia entre ricos y pobres cada día se agranda más. El PSOE-A lleva gobernando en Andalucía desde ¡1978! y esto no ha impedido que nuestra tasa de paro sea con diferencia la más alta de España (con un paro juvenil de auténtica vergüenza). Los múltiples casos de corrupción acaecidos en el seno de los “populares” (todos mal gestionados desde la cúpula) y su manera de gobernar castigando a los más desfavorecidos pide a gritos una “travesía en el desierto”. La repetición de las Elecciones supone un verdadero fracaso y presenta unas expectativas ciertamente preocupantes. Aunque resulta obvio resaltar que siempre será preferible votar dos veces que no poder hacerlo ninguna por así mandatarlo un sistema político dictatorial. Gastaremos una millonada en la Campaña Electoral  y este dinero haría falta para cubrir necesidades básicas y elementales de una parte considerable de la población española. Por otra parte es más que previsible que diputado arriba o diputado abajo los resultados sean bastante parecidos. ¿Volveremos entonces a poner a cero el contador de las negociaciones para posibles pactos?  ¿Quiénes dirán sí donde antes dijeron no?  Un verdadero laberinto democrático donde al final todos saldrán con las caretas sin las gomillas.  España es hoy un coche en punto muerto donde nadie quiere ponerlo en marcha sin que “los suyos” estén sentados al volante. Veremos si esto arranca de una vez.

 

 

Juan Luis Franco –  Jueves Día 28 de Abril del 2016

 


 

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