Sinceramente, cada vez que descubro –o me descubren- un nuevo talento
joven en el Arte y/o la Cultura
me produce una gran satisfacción. Me
hablan de un cantaor joven de un sitio determinado que canta como los ángeles
(pues si de algo estoy seguro es que los ángeles además de cantar lo harán
bastante bien) y después de escucharlo me siento redimido en mi irredenta
vocación de aficionado al Flamenco. Descubrir
un nuevo talento en el Flamenco
siempre me ha producido una gran alegría. Busco el
libro de un novelista novel al que un suplemento literario pone de bien
para arriba. Puro gozo el deleitarme con la lectura de una novela de alguien que
tiene edad para ser mi hijo. Veo series de televisión o películas donde
nuestros jóvenes actores muestran un talento inconmensurable y esto me provoca
una gran alegría. ¿Cuántos de nuestros jóvenes más talentosos andan vagando por
el mundo ante la falta de oportunidades en este país al que todavía llamamos
España? ¿Qué motivos existen para que nuestros políticos más jóvenes se
parezcan, en el fondo y la forma, a la “vieja guardia” de los Partidos? ¿Quién
o quienes están desactivando las ilusiones y esperanzas de nuestros jóvenes más
brillantes? Son preguntas que más que
sin respuestas las tienen a cientos. Han
marginado por espurios motivos a la mejor generación de la Historia española y por ello
pagaremos un alto precio. Aquí solo triunfan los que aventan la llama del Poder
y aquellos que ocupan la sempiterna casta de los “Hijos de papá”. Los que en teoría llegaron a la política con
aires nuevos para acabar con la “Casta” cada día se parecen más (en sus actos
que es como se mide todo en la vida) a
la misma. Dejemos, eso si, el pesimismo
para aquellos que lo promueven en aras de sus inconfesados intereses. Decían los antiguos que en la vida todo tiene
arreglo menos la muerte. Pues nada, manos a la obra en aras de abrirles sendas
a aquellos que combinan talento y tesón. Nunca es tarde si la juventud es
buena.
Juan Luis Franco – Lunes Día 18 de Abril del 2016
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