Los acontecimientos acaecidos este pasado sábado en la cúpula del PSOE no me merece más calificativo que
el de bochornoso. El espectáculo dado en la madrileña calle Ferraz es de los que dejan una herida
política de incalculables dimensiones. Hablar en situaciones como estas de
vencedores o vencidos me parece una auténtica perogrullada. Pedro Sánchez después de doce horas de
acaloradas discusiones se vio obligado a dimitir al ser tumbada por los
críticos la primera propuesta que pudo presentarse. Si hay algún ganador en esta lamentable
refriega política ha sido el PP que,
sin despeinarse siquiera, ha visto como aumentan considerablemente sus
expectativas de gobernar. Ya no le hacen ascos a unas Terceras Elecciones y si durante el periodo electoral aparecen dos
o tres nuevos casos de corrupción y, además, consiguen que aumente en un diez
por ciento la pobreza de este país la mayoría absoluta la tendrán
asegurada. Así somos y así nos va. Pero, si ejercemos de verdaderos demócratas,
tenemos que asumir sin reservas las reglas del juego democrático. Pedro Sánchez, en un supino ejercicio de
inmadurez política, trabajaba en tres dimensiones totalmente contradictorias. A
saber: A) Un No rotundo a la
investidura de Mariano Rajoy por considerarlo
(cosa más que evidente) responsable de no haber sabido atajar los casos de
corrupción de su Partido y,
subsidiariamente, haber generado una España
de dos direcciones donde los ricos aumentan su riqueza y los pobres su
pobreza. B) Como alternativa de Gobierno proponía un gobierno transversal formado por el PSOE y las fuerzas políticas emergentes
(PODEMOS y CIUDADANOS). Cosa absolutamente imposible por las claras y rotundas
diferencias de estas dos formaciones tanto en el fondo como en las formas. C)
Evitar a toda costa unas Terceras
Elecciones por ser perjudiciales para el conjunto del país y, muy
especialmente, para los intereses políticos del PSOE. ¿Ya me dirán ustedes
como se puede armonizar este verdadero galimatías? En política el infantilismo se paga y estaba
más que cantado (por “Soleá de Triana”
de Susana Díaz) que el batacazo de Pedro Sánchez era más que inminente. Este fin de semana se han visto
comportamientos entre los socialistas que haría removerse en su tumba a don Pablo Iglesias (perdón, me refiero al
auténtico y no al “mediático). En fin, ahora con la formación de una Gestora, quedan días para el PSOE de una larga travesía por el
desierto. Todos los analistas sensatos y pocos proclives al sectarismo
coinciden que es imprescindible un PSOE
fuerte para la gobernabilidad de este sufrido y amado país. Este fin de semana no se me ha presentado
libre de sobresaltos. El viernes perdió el Betis
en Anoeta volviendo a sembrar en el
beticismo toda clase de dudas y temores. El sábado contemplamos estupefactos
como los dirigentes de un Partido
socialista centenario se hacían el harakiri.
Por último el domingo los colombianos votaron no a una propuesta de paz en una
sangrienta guerra civil que duraba ya más de cincuenta años. Menos mal que José Mercé el domingo bordó el Cante
en el Teatro de la Maestranza. Menos da una piedra
de....mechero. P.D. Lo mejor ha sido que
el gran Rafael Gordillo ha superado
su “jamacuco” y ya se encuentra en
planta. ¡Animo “gordo”!
Juan Luis Franco – Martes Día 4 de Octubre del 2016
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