Hoy, domingo 4 de diciembre del
2016, se cumplen cuarenta años del fallecimiento de don José Tejada Martín (“Niño de Marchena” en su primera etapa
cantaora y “Pepe Marchena” en la
segunda y definitiva). Considerado por miles de aficionados y estudiosos del Flamenco como el Artista más grande del Arte
Jondo. Un personaje singular, poseedor de un talento natural para la vida y
el Cante inconmensurable, que pasó siendo niño de cuidar cochinos en su Marchena
natal a deslumbrar y codearse con lo mejorcito de la aristocracia intelectual
de la Villa y
Corte. Su vida y su obra, ya en la
actualidad perfectamente estudiada y clarificada, se nos presenta nimbada con
la aureola de los llamados para la Gloria. Los
tremebundos ataques que sufrió por los “fundamentalistas”
del Flamenco en sus últimos años y,
sobre todo, después de su fallecimiento fueron feroces. Situaron a Pepe Marchena (junto a Manuel Vallejo y Juanito Valderrama) en el epicentro de todos los males de este Arte parido y amamantado en Andalucía. Pero el tiempo, juez inapelable de todas las
cosas, ha puesto a cada uno en su sitio. El “Niño de Marchena” es hoy
referenciado y adorado por algunos de los mejores cantaores de la nueva hornada
(Arcángel, Miguel Poveda, Rocío Márquez,
Guillermo Cano...). La biografía de Pepe Marchena es de una magnitud artística y vivencial tan grande
que harían faltas cientos de folios para poder desarrollarla con exactitud y
rigor. Tuve la suerte de tratar en varias ocasiones a su viuda doña Isabel Domínguez Cano (“Isabelita” para la
legión de gente que le profesábamos cariño y afecto). Era una mujer que ni el paso de los años
había conseguido marchitar la belleza de su juventud. Se casaron un 8 de
Noviembre de 1969 y siempre le mantuvo al Maestro
una fidelidad y un cariño
absolutamente inquebrantables. Fiel compañera del “Genio
marchenero” hasta su último aliento en vida y defensora tras su muerte de
su legado artístico y sentimental. Cuando “Isabelita”
quiso bajar la persiana de la habitación de la Clínica
del Sagrado Corazón donde Pepe Marchena
apuraba sus últimas horas este le dijo: “Isabelita
no me bajes la persiana que me queda mucho tiempo que estar a oscuras”.
Hoy hace cuarenta años que falleció este ilustre hijo de la Villa de Marchena
que a la postre se nos configura como la belleza de Andalucía hecha pueblo. Pepe,
Isabelita y Marchena un trío
inmortal para la gloria de Andalucía.
La
vida sigue pero las grandes obras permanecen.
Juan Luis Franco - Domingo
Día 4 de Diciembre – 2016
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