Hoy, más que nunca, es una necesidad imperiosa racionalizar nuestro
mundo de sensaciones, pasiones, aficiones y, sobre todo, expresiones. Ser capaz de digerir en positivo toda la
información que llega a nuestro cansado y hastiado cerebro es una tarea
sumamente compleja. Situarnos política, cultural y/o socialmente se nos
presenta una tarea de muy difícil acople.
Tratamos de huir, como Drácula
de las ristras de ajos y los crucifijos, de los distintos gurús mediáticos y de
los muchos politiquillos de tres al cuarto. ¿Qué somos? ¿Dónde estamos? ¿Hacia
donde vamos? Preguntas ancestrales cuyas respuestas se
pierden en el aire de la duda. El pasado
fin de semana se produjo en el Madrid
de los Bernabéus y Calderones cuatro acontecimientos cuyos
desenlaces son un claro ejemplo de la sociedad que nos ha tocado vivir. Tres
fueron políticos y se fraguaron en torno al Congreso
del PP, la Magna Asamblea de PODEMOS y la convocatoria pro-Susana Díaz de algunos alcaldes
socialistas. Tres acontecimientos políticos con los finales previstos de
antemano y donde, paradójicamente, los cambios políticos, sociales y culturales
que necesita este país no hicieron acto de presencia. El cuarto acontecimiento
fue la elección de nuestro candidato para una cosa desfasada y obsoleta llamada
EUROVISIÓN. Tuvo un desenlace
bastante brusco y con un corte de manga del candidato elegido. Si sigue
mandando don Mariano y también lo hace
el camarada Pablo, con el añadido de
poner en la parrilla de salida a doña
Susana, creo que habrá llegado el momento de pedir asilo espiritual en un Convento de Zamora. ¿Cómo se puede
aplicar la racionalidad cuando la neurosis nos acecha por cada esquina? Por
último y no por ello menos importante hacerme eco de la injustificada e irracional
campaña que se está llevando a cabo contra la Educación Concertada. No se puede, eludiendo cualquier posibilidad
de dialogo, erradicar una forma educacional que, a la lo largo y ancho de la
historia, ha producido tan alto bagaje educativo. Lo dicho PP,
PODEMOS, doña Susana, EUROVISIÓN y la Educación Concertada como
ejemplos de la falta de racionalidad que nos invade. Solo falta las nefastas planificaciones
deportivas que el Betis, nuestro Real Betis, hace cada temporada. Pero a
este cajón de sastre ya no le caben más trajes.
Racionalidad divino y perdido tesoro.
Juan Luis Franco – Martes Día 14 de Febrero del 2017
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