Cada día los ruidosos encuentran más motivos para explayarse y los
silenciosos más motivos para protestar. Siempre encuentran los primeros nuevos
artilugios para que la fiesta de los decibelios no pare. Vivir en paz con uno
mismo lleva aparejado un cierto clima de sosiego para ejercitar la necesaria
reflexión. No hay manera. Un amigo de sentires sevillanos y filosóficos cree
firmemente que se debía regular por ley en Sevilla
el necesario tema del silencio. El propone aplicar por decreto turnos de
silencio acorde con la primera letra del apellido. Por ejemplo: los apellidos
que vayan de de la A a la G
guardarán silencio los lunes de cada semana. Los que coincidan de la H
a la M deberían permanecer callados los martes. Los
que van de la N a la
R no hablarán los
miércoles y los concernientes entre la
S y la Z
permanecerán silenciosos los jueves. Viernes, sábados y domingos solo se podrán
emitir ruidos estentóreos desde las 9 a las 14 horas. Los tiempos de silencio solo
podrán ser alterados por cuestiones laborales, profesionales o estudiantiles.
También para hablarse lo estrictamente imprescindible con madres, esposas,
hijos y nietos (cuñados abstenerse) o, evidentemente, cuando perentorias
necesidades personales/familiares así lo requieran. Los turnos serán rotatorios
y así poder guardar silencio en distintos días de la semana. Durante el turno
de silencio los coches de los interfectos permanecerán estacionados y las
hogareñas cajas de herramientas (con trompos incluidos) serán depositadas en un
almacén municipal habilitado a tales efectos. Las operadoras/es de telefonía
móvil que rompan el silencio en plena “cabezada”
serán sancionadas con la audición (no menor de 300 veces) del “In the ghetto”
en la versión del “Príncipe Gitano”. Los
que se equivoquen al marcar el piso en los porterillos electrónicos tendrán que
escribir cien veces “me pondré las gafas
del cerca antes de pulsar el botón”.
Todo sea por conseguir un poco de paz y silencio en esta convulsa y ruidosa Ciudad. Silenciosos por un día que menos da un
decibelio.
Juan Luis Franco – Miércoles Día 1 de Febrero del 2017
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