miércoles, 10 de mayo de 2017

Extraños en el Paraíso






Los dos templos más importantes de Sevilla (a saber: la S.I. Catedral y la Iglesia Colegial del Divino Salvador) son en la actualidad más museos artísticos/culturales que templos de la Cristiandad.  Esto no es ni bueno ni malo sino algo acorde con los tiempos que nos ha tocado vivir.  Sus visitas generan fuertes ingresos y ya lo dejó escrito para la posteridad don Francisco de Quevedo y Villegas: “Poderoso caballero es don Dinero”. Quedan en estos templos dos reductos para la oración, el sosiego y la templanza que son en el caso del Divino Salvador la Capilla del Señor de Pasión y en la S.I. Catedral la Capilla Real donde recibe y atiende la Virgen de los Reyes. Me gusta, al menos un día a la semana, adentrarme en los laberintos sentimentales del Salvador y parar el tiempo (mi tiempo) de los relojes y las prisas.  Mi gozo en un pozo. Mientras estoy sentado intentando adentrarme en mis vericuetos más verdaderos y profundos no dejan de pasar a izquierda y derecha toda una legión de turistas haciendo fotos por doquier.  Constatar, eso si, que son personas muy civilizadas y guardan el respeto que tales sitios reclaman y merecen.  Estamos instalados en una sociedad donde la fotografía forma parte de las actividades y los sitios más dispares. En EEUU (de donde dimanan todas las modas) existen en los tanatorios unas salas de proyecciones donde se emiten documentales o diapositivas sobre las distintas etapas del finado. Pronto, a que dudarlo, veremos por estos lares entierros con imágenes incorporadas del difunto. Ya todo es virtual y los que se niegan –nos negamos- a pasar sin cortapisas por el aro tecnológico somos tachados de obsoletos y trogloditas.  Ya, desgraciadamente, somos extraños en el Paraíso.  





Juan Luis Franco – Miércoles Día 10 de Mayo del 2017



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