martes, 1 de febrero de 2022

El frío en el alma

El pasado domingo se cumplieron veinticuatro años del vil crimen cometido por la Banda Terrorista ETA contra Alberto Jiménez Becerril y su esposa Ascensión García Ortiz. Un matrimonio joven y con un proyecto de vida ilusionante cuyas vidas fueran cercenadas por el odio más abyecto. Fueron tiroteados salvajemente a las puertas de su casa en la sevillana calle Don Remondo. Perdieron sus vidas (mejor dicho se las arrebataron) mientras sus hijos dormían plácidamente a escasos metros. Aquella masacre provocó una conmoción en la Ciudad como antes nunca había conocido. La Sociedad sevillana se movilizó en un acto de profunda repulsa, sin distinción de ideologías,  credos o clases sociales. Todos unidos contra la barbarie terrorista. Desde entonces esta calle, la calle Don Remondo,  ha quedado marcada a perpetuidad con los tintes negros de esta inmensa tragedia. Desde niño mi padres me decían que para llegar a la Catedral es mejor hacerlo por la calle Placentines que la de Don Remondo era muy fría. Lo que entonces ignorabamos era que al frío estacional del invierno se le iba a sumar, de manera permanente, el frío que deja helado los corazones. El frío en el alma sevillana vive, desde aquel infausto 30 de Enero, en la calle Don Remondo.



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