El pasado domingo la Selección Española de Luis de la Fuente (hermano de El Cachorro) conquistó de manera gloriosa su Cuarto Título Europeo. Su recorrido hasta llegar a la final para enfrentarse con la patria de The Beatles ha sido clamoroso. Cada partido hasta la meta ha sido un curso de buen fútbol donde han dejado en el camino a Selecciones tan importantes como Croacia, Italia, Alemania y Francia. España ha ganado todos sus partidos con una muestra impresionante del manejo de todas las variantes futboleras. Juego exterior con dos balas descendientes de tierras africanas y que a la postre son fruto de la diversidad y la mezcla que logran engrandecer a los seres humanos. Sumando la edad de estos dos muchachos se equipara con la que tiene el monumental Jesús Navas. Juego interior desde la sala de maquina comandada por Rodri (el mejor del mundo en su puesto) y un lugarteniente de lujo llamado Fabián Ruiz. Con un enorme Dani Olmo jugando entre líneas y del que se hablará mucho y bien en los próximos años. Dos laterales explosivos en sus ataques y resolutivos en las acciones defensivas. Un trio de centrales inabordables que defienden su parcela como espartanos al servicio del César de los despejes infinitos. Un delantero centro incansable que busca el balón por todas partes del campo como un tributo al necesario sosiego. Con un portero que se crece en cada partido y que es un fiel heredero de los grandes guardametas vascos. La clave es presionar muy alto y recuperar el balón lo antes posible para que el contrario se percate de quienes son los dueños legítimos del esférico. Este domingo el alegrón que le dieron a nuestro tierra fue inmenso. Las calles y plazas españolas se llenaron de gente celebrando tan enorme victoria. Por proximidad sentimental con especial énfasis a lo ocurrido en Los Palacios y Villafranca (la tierra de Jesús Navas, Gavi y Fabián) donde el gozo alcanzó cotas sublimes. Ya es hora de proclamar que sentirse orgulloso de ser español no es tan solo cosa de gente casposa y retrograda. Sentir tu tierra llevando con orgullo sus señas de identidad es algo que sobrepasa el campo de las ideologías. Sentirse español una vez al año con las victorias de nuestros deportistas no hace daño y además abre puertas hacia el verdadero patriotismo (el que debe ejercerse todos los días). Estaría bien sentirnos españoles a tiempo completo y no solo en momentos puntuales. Somos (esa es la palabra: somos) Campeones de Europa por cuarta vez y el futbol logra (una vez más) unirnos en el disfrute colectivo. Decía Jorge Valdano que: “El futbol es lo más importante entre las cosas menos importantes”. Palabra de sabio.
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