viernes, 6 de febrero de 2009

Cardenal Amigo. Amigo Cardenal.


Ocurrió el pasado día 25 de Diciembre. Misa de Pascuas a las 12. Parroquia de San Isidro Labrador de Pino Montano. Minutos antes del comienzo escucho una voz que a mis espaldas dice….”ahí viene el Cardenal”. Me vuelvo y lo veo avanzar con su espigada figura en compañía del Parroco y Capellán del Sevilla, don Indalecio Humanes (un día tendré que escribir de él y su meritorio trabajo en Pino Montano). Tambien les acompaña Fernando, el coadjutor de la Parroquia.

El Cardenal nos saluda a los presente, nos comenta que su presencia allí se debe a las excelencias que le comentaba Indalecio de cómo había quedado la iglesia tras su laboriosa y brillante restauración. Decía encontrarse verdaderamente asombrado. Le veo despues arrodillarse y orar breves momentos. Luego se marcha no sin antes saludarnos afectuosamente y recordarnos la importancia de la solidaridad cristiana en tiempos tan difíciles como los que se avecinan. Su presencia nunca nos deja indiferente. No solo por su estatura fisica, sino lo que es más importante por la moral y el halo de bondad que desprenden sus gestos y palabras. Es mucho Cardenal este –ya- sevillano de pleno derecho y adopción. Personaje hecho a la médida de esta hermosa y compleja Ciudad.

Fray Carlos Amigo Vallejo nació en Medina de Rioseco (Valladolid) un ventitrés de agosto de 1934. Es decir el próximo verano cumplirá setenta y cinco años de edad. Con ella queda establecida –según establece el Vaticano- su futura jubilación en sus tareas eclesiales sevillanas. De hecho –y cuando nadie lo esperaba- se nos comunica que ya ha sido nombrado su coadjutor y futuro sucesor. Nos referimos al Obispo de Cordoba don Juan José Asenjo Pelegrina, el cual tomará posesión el próximo diecisiete de enero del 2009. Según reconoce Fray Carlos Amigo ha sido a petición propia el nombramiento de su coadjutor Monseñor Asenjo, al que dicho sea de paso le deseamos toda clase de venturas en su futura gestión al frente de la Iglesia sevillana. La va a necesitar por la complejidad de esta Sevilla de nuestros amores y desvelos.

El Cardenal Amigo ejerce de Arzobispo de la Ciudad desde el ventidos de mayo de 1982, al sustituir a don José María Bueno Monreal que ya se encontraba sumido en un grave deterioro como consecuencia de su enfermedad. Han sido por tanto ventisiete años los que este vallisoletano lleva al frente de la vida espiritual y cristiana de la vieja Hispalis. Fue elegido Cardenal el ventiocho de septiembre del 2003. Franciscano que ejerce como tal, es decir: asume que los problemas de los desheredados y marginados de la Tierra solo pueden conocerse y asumirse mezclándose con ellos. Siempre lo hizo en primera persona y nunca a través del testimonio de terceros. Ningun problema de esta Ciudad le resultó ajeno a don Carlos Amigo Vallejo. Los colectivos mas desfavorecidos siempre encontraron en el Cardenal un eficaz intermediario.

Hombre de probada y solida formación intelectual (sus numerosas publicaciones son referente inexcusable para entender el papel de la Iglesia en la Sociedad actual) y de un liderazgo moral absolutamente intachable. Fue poco a poco descubriendo los vericuetos de la compleja y contradictoria vida sevillana, y asi poder ejercer su papel de Pastor con una mas que probada eficacia. Sus relaciones con el mundo político, empresarial o sindical son un claro exponente de cómo ejercer -y lograr- un dificil equilibrio ejercido desde la fuerza de lo moral y espiritual. Conocedor de las conflictivas relaciones históricas entre el Clero y las Hermandades (como máximas exponentes de la religiosidad popular), supo aunar voluntades y no entrar en batallas dialécticas que en poco –o en nada- benefician al concepto global de lo cristiano. Dialogó, discutió, aprobó o rechazó y lo hizo siempre a través de la racionalidad y la concordia. No quizo ser ni rey ni vasallo en todas estas cuestiones. Siempre actuó desde la mesura, y con una capacidad de administrar la sensatez y la armonía verdaderamente admirables.


Pues bien, parece ser que con la llegada de Monseñor Asenjo su periodo está a punto de cubrir su última etapa en Sevilla. Como no podia ser de otra forma ya han aparecido algunos francotiradores. Aquellos que cobardemente se ocultan tras los cristales de los balcones hasta encontrar el momento propicio para disparar sus dardos envenenados. Pues ni así pueden con este vallisoletano/sevillano. Los disculpa y los comprende en un ejercicio de reflexión cristiana que todavía lo engrandece más. En esta Ciudad hay que morirse para que unánimente hablen bien de tí y esperemos y rezemos para que nuestro Cardenal Amigo viva muchos años más.

Suerte, mucha suerte querido Cardenal, quede usted con Dios donde quiera que vaya. Siempre le tendremos en nuestros corazones y rezos. Ya forma usted parte de nuestro Patrimonio Sentimental y eso, en esta Ciudad, es decir mucho. Suerte, como no, a Monseñor Asenjo que le precederá. Todo redundará en beneficio de aquellos que abrazamos la Fé y ponemos en ella todas nuestras esperanzas e ilusiones.

Dios le bendiga Cardenal Amigo o mejor dicho: Amigo Cardenal.

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