lunes, 14 de febrero de 2011

¿Caminando hacia la luz?



“Toda generación enlaza con la de sus abuelos y no con la de sus padres”
- Pere Gimferrer –

Con firmeza pero todavía con la lentitud de los días insustanciales, Sevilla camina de manera inexorable hacia la luz. Es una carrera que se mueve en círculos concéntricos: Ella busca lo luminoso y nosotros la buscamos a Ella. Unos días más y Febrerillo “el Loco” será archivado en la memoria de los aconteceres y las cosas vividas. Bien está que solo tenga 28 recuadros en el almanaque, pues lo insustancial contra más breve mejor. Dos meses tiene el calendario sevillano difíciles de digerir: febrero y octubre. Ni son nada por si mismos ni tampoco significan nada en el tiempo sentimental de los preámbulos. Son como el tiempo muerto que se pide en el baloncesto. Marzo es la antesala de la todavía lejana pero ya presentida primavera sevillana. Abril, abril, abril…..las cinco letras mejor ordenadas en la memoria sentimental de la Ciudad. Aunar un año más, Tradición y Fe; Pasado y Presente; Cultura y Arte y, Poesía y Sentimiento. Días de vino y clavel. De añoranzas donde nunca cabe la tristeza. Abrigos y bufandas durmiendo el sueño de los justos en armarios y roperos. La victoria de la luz sobre los grises días otoñales. Largos atardeceres para soñar Sevilla desde la cornisa del Aljarafe. El Reloj del Tiempo nos dirá que tenemos un día más o un día menos, según las cuentas que cada uno rinda con su existencia. Esta Ciudad tan maltratada y tan amada no admitió nunca el sentido de la rendición. Resiste hoy, como resistió ayer, a dejarse vencer por la rutina y los oportunistas. ¡Por fin! don Juan desenvainó la Espada y está dispuesto a batirse en noble duelo (así lo esperamos) con el Comendador Zoido y el Marqués de Bogavante. Parece que los destinos de una Ciudad, que no admite más tropelías, están –o estará- en manos de este trío de políticos. Es mucha la tarea pendiente y, posiblemente, sean escasos los recursos disponibles para acometerla. Pero hace tiempo que tocamos fondo. Reina la suciedad, el vandalismo filtrado por la permisividad “progre” y una gestión tendente a crearle problemas a la gente y, por extensión, motivo de enfrentamiento entre los ciudadanos. No se trata de ejercer de agorero sino más bien el no hacerlo de “pasota”. Elaboramos un canto poético primaveral a la Ciudad donde rimamos hermosura con basura. Gozo con pozo (donde nos han metido). Cera con “trincaera”. Abril con carril. Pregón con jamón. Seta con saeta. Cuadrilla con Mercasevilla. Maestrante con bogavante……Ser poeta debe resultar en la Sevilla actual una misión imposible. Buscar la luz primaveral cuando te han subido un 10% el recibo es entrar en los resbaladizos terrenos de la contradicción. Hablarle a un parado de larga, muy larga, duración de cómo se enervan los sentidos en primavera es una herejía.


Corren malos tiempos para la lírica y por eso no es de extrañar que el Pregón, cuya principal finalidad debía ser la exaltación de una Semana gloriosa, se haya convertido en un manifiesto socio-político-filosófico-teológico. ¿Cómo no va a terminar siendo republicana una Ciudad que elige tres Reyes en un mes? ¿Se puede acariciar la rosa olvidándose de sus espinas? La gratificante soledad del paseante en Cuaresma se interrumpe bruscamente cuando se tropieza con una cola del INEM, o con la mano extendida de un mendigo. Malos, corren malos tiempos para los preámbulos del gozo.

Una vez más, ¿y van?, recuerdo a mi Poeta de cabecera, don Antonio Machado, cuando decía:

Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.

Intentar conciliar sueño y realidad es tarea en la que lleva siglos empeñado el ser humano. Soñar Sevilla sin padecerla, es soñarla, pero no quererla.

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