viernes, 21 de octubre de 2011

La cara amarga de la pena




A doña Encarnación Pelayo Lezcano, mi madre.

(Triste soledad la mía,
que hasta mi sombra se aparta
por no hacerme compañía).

Hoy te he visto en todo tu esplendor/
ví tú cara reflejada en mi pupila.
Pena me han dicho que te llamas
y yo añado de apellido Desconsuelo.

Eres espejo que refleja un manto negro
donde el hombre se seca el llanto amargo.
Las mujeres se cubren enlutadas /
rezándole a su Dios por las esquinas.

Los niños te ignoran en su inocencia
y los viejos te llevan en bandolera.
Los caminos se estrechan a tu paso
y las enredaderas se secan con tu aliento.

El pájaro se calla ante tu triste letanía
y el amanecer se torna noche oscura.
Eres el triste invierno de las cosas
que duelen como arañazos de porfía.

Pena que embarga a todas horas /
llevándose por delante tú sosiego.
Negro velo que cuelga de la luna /
enlutando de sombra los senderos.

Capitana del barco de la ausencia
con fardo de orfandad en muelle frío;
pena negra que impone su presencia
allí donde levita inerte el desvarío.

¿Dónde está tu victoria negra pena?
¿Dónde hay que pagar la triste suerte?;
¿Dónde habrá que cumplir esta condena?
¿Dónde estará el triunfo de la muerte?

Te llevaste mi consuelo y mi semilla /
depredadora al fin de mí tormento.
Hoy no buscarme a mí en el lamento /
hacedlo en el eco ancestral por Siguiriya.

3 comentarios:

  1. Un fuerte abrazo y te acompaño en tu gran dolor.

    Era el Toma de Horas que nunca quería poner.

    Un abrazo muy fuerte amigo mío.

    Salvador Gavira

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  2. Te acompaño en tu sentimiento Juan Luis, parece que estamos que preparados para estos momento pero... cuando llegan nos damos cuenta que porque ha tenido que ser ya....?
    Un beso ...

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  3. Un fuerte abrazo hermano. Seguro que ya está en inmejorable compañía viendo de cerca a nuestro Señor del Gran Poder y a su Bendita Madre la Reina de Luz y Pureza.
    Descanse en paz la abuela Encarnación.

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