Sentimentalmente, no quiero dejar pasar la ocasión de comentar un hecho acaecido en el cada día más menguante 2011. Ha sido ni más ni menos que: ¡la vuelta del “Capitán Trueno”! Ha hecho su debut estelar en el Séptimo Arte y se han reeditado con enorme éxito sus trepidantes aventuras. Evidentemente no ha vuelto solo. Le acompañan sus inseparables compañeros, Goliat y Crispín y, como no, su novia la Princesa Sigrid, la misma que con posterioridad sería proclamada Reina de Thule. Fue en 1956 cuando nació el “Capitán Trueno” gracias al talento creativo de Víctor Mora Pujadas y configurado en los hermosos dibujos de Miguel Ambrosio Zaragoza. Es decir, cuando descubro al “Capitán Trueno” y con él la posibilidad de soñar a través de la lectura, un servidor tenía diez años de edad. El impacto que causó este Caballero Español Medieval (nacido en Cataluña) en los niños de mi Generación fue verdaderamente impactante (en los años sesenta se vendían 350.000 ejemplares semanales). Tenía toda la colección completa y, afortunadamente no hace muchos años volví a reunirla de nuevo (Dios bendiga al Mercadillo del “Jueves”). Aparecía entonces por entregas semanales y el final de cada nueva entrega, y más concretamente en la última viñeta, siempre se nos ofrecía la posibilidad de que nuestro héroe perdiera la vida. Afortunadamente la continuación siempre tenía un final feliz. Si por ejemplo el “Capitán Trueno” se caía por un barranco siempre aparecía en el último momento la mano amiga de Goliat o una rama a la que poder agarrarse. Pero lo cierto es que nos tenía toda la semana, hasta que llegaba el sábado, con el alma en duermevela. Compraba de niño lo que conocíamos como “Tebeos” en la Puerta de la Carne, concretamente en el Kiosco ubicado en Santa María la Blanca (sigue allí todavía pero lo han retranqueado un par de metros hacia delante). Las aventuras del “Capitán Trueno” no tenían límites ni fronteras y, gracias a sus desplazamientos en “Globo”, lo mismo defendía causas justas en la China que en la Corte del Rey Arturo. El “Capitán América” se creó en EEUU en 1941 como un antídoto patriótico contra los desmanes “Hitlerianos”. Luego sus creadores lo pusieron a cazar comunistas y terminó en la cola del Paro. Pero el “Capitán Trueno” era otra cosa: un adalid de causas nobles perdidas. Allí donde hubiera una injusticia estaba él con su “troupe” para, a espadazos limpios, imponer la razón de la Justicia (lo menos razonable que existe hoy en día). Ahora y a pesar de la Crisis ya podemos dormir tranquilos, ¡el “Capitán Trueno” ha vuelto! Temblad pues políticos corruptos; cerrad bien ventanas y balcones sanguijuelas de las finanzas; dormir con un ojo abierto prevaricadores de “Códigos Da Vinci”, ya que vuestras tropelías tocan a su fin. Aquí esta de nuevo el “Capitán”, sin más compañía que un gigantón tuerto; un muchacho rubio listo como una ardilla y, un bellezón nórdico del diez. Si tenéis huevos habladle a estos de la “Prima de riesgo” y os harán morder el polvo. Gracias por volver “Capitán Trueno”, la “Generación del pan con aceite y azúcar” ya os echábamos de menos.
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