miércoles, 3 de septiembre de 2014

Vendiendo flores




“Tú vienes vendiendo flores
las tuyas son amarillas
las mías de tos  colores”

La mañana huele a nardo y a café de pucherete. A Soleá de Alcalá y a  lágrimas de rocío. Al cuero de los albardones y a la hierbabuena de las macetas. “Yo no se lo que dio / a la yerbabuena mare / que era verde y se secó”. Amanece que no es poco y los pueblos blancos de Andalucía se tornan luminosos y radiantes. Las florecillas de las cunetas transforman las carreteras en veredas silvestres. La luna se recogió hace poco para enjugar sus gozosas lágrimas de noches de enamorados y de brindis toreros de maletillas en las dehesas. Se escucha en la lejanía el eco telúrico y ancestral de “El Pele” y José Luis Tirado se tira al monte buscando el alma de la poesía de lo jondo. “Nadie hable mal de día / hasta que la noche llegue / yo he visto mañanas tristes / tener las tardes alegres”. Dios se atusa su larga barba blanca y sonríe satisfecho por la luz que desprende Andalucía cuando, cada amanecer, manda descorrer sus persianas. Las alondras cantan entre los olivares y los labradores abren los surcos de los campos regados con su sudor y las lágrimas de sus mujeres.   Una jaca cartujana relincha en su cuadra reclamando brida larga y tiro corto. Los niños despiertan al nuevo día y los ancianos tan solo rezan por poder ver uno nuevo.  Casita del jabonero / el que no cae resbala / tos terminan  por el  suelo”.  La cal de las paredes nos muestra en todo su esplendor su  hiriente luz de blancura inmaculada.  Huelen las tabernas a “palomitas” de aguardiente y a Fandangos de Calañas.  Nace la mañana y con ella nacemos nosotros a la vida y a la esperanza.  El luto de las mujeres que barren las casapuerta nos recuerda de donde venimos y que rostro tiene el sufrimiento más noble y verdadero de esta tierra. “Paso el puente por el río / siempre la encuentro lavando / pobrecilla de mi mare / que el sol me la está quemando”.  Canta el gallo en el amanecer y se abren de par en par las puertas de la mañana andaluza.  “Dios hizo el mundo en seis días y al séptimo descansó. Y descansando soñó que le faltaba alegría……”

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