Uno de septiembre o lo que es lo mismo: un nuevo periodo a cubrir en
una Ciudad donde todo empieza y acaba de manera simultánea. El ciclo de la vida cubriendo las horas y los
días disfrazado de momentos de gozos y penas. Agosto en lo personal me ha
resultado bastante rentable y satisfactorio. He reordenado y archivado en el
vientre de mi ordenador un montón de apuntes de Flamenco que tenía dispersos.
Fruto y consecuencia laboriosa de mis
largas estancias de antaño en Archivos, Bibliotecas y Hemerotecas. He reunido poemas
escritos en lo sitios y las formas más diversas. Les he cortado de raíz sus
largas y placenteras estancias en
cajones y carpetas. Notas dispersas sobre Sevilla en su añorado pasado y también
en referencia a su incierto presente. No
me he movido de la Ciudad
a pesar de las invitaciones de algunos familiares y amigos para hacerlo. No
quería romper mi neurótica condición de
sevillano sedentario. He visto mucho cine en sesiones matinales y he visitado
con bastante frecuencia los jardines del Alcázar. La lectura me ha acompañada
cada día y han sido unos cuantos los libros devorados y, sobre todo,
disfrutados. He procurado beber menos cerveza que otros veranos (años cumplidos
y barriles consumidos se llevan más bien regular). He terminado de escribir los “Cuentos de
Azotea” (doce relatos cortos) de los cuales cinco ya colgamos el pasado julio
en el Blog. Hasta completar los doce colgaremos
uno nuevo el último día de cada mes. En agosto falleció de ébola el sacerdote-misionero
don Miguel Pajares, un ejemplo digno y palpable de que se hace camino al andar.
Nos dejó Lauren Bacall una de las
grandes, muy grandes, estrellas del desaparecido, añorado y dorado Hollywood de
antaño. También, en clave cinematográfica, murió Robin Williams un grandísimo
actor al que parece ser la vida –la suya- le resultaba tan asfixiante como
insoportable. A los noventa y dos años
de edad se nos fue el periodista Antonio Colón (padre de Carlos Colón) uno de
los mejores críticos de cine que ha dado nuestro país. En fin no solamente es que sea verdad que no
somos nadie sino que algunos lamentablemente ya ni siquiera son. A las monjas
agustinas del Convento de San Leandro la
FEB les regaló una canasta y veinte balones de baloncesto.
Entre yema y yema no está nada mal encestar de vez en cuando. A nadie le amarga
un dulce y mucho menos un triple. Dios puede estar entre los pucheros y también,
como no, en la NBA
o en la ACB. Dentro de unos días empezará
en Sevilla una nueva Edición de la
Bienal de Flamenco. Concretamente será la XVIII. Estamos, a
que dudarlo, ante el mayor acontecimiento mundial del Flamenco. La Bienal, a pesar de agoreros,
resentidos y zancadilleros, sigue avanzando imparable y ya está consolidada
como uno de los grandes eventos de la Ciudad. Sevilla tuvo que ser con su
lunita plateada. ¿Dónde iba a ser si no? El próximo día 21 empezará el Triduo a
la Virgen de la Merced y las palomas del
Salvador empezarán a soñar con posarse de nuevo en la Rampa. Agradecer,
a pesar del cierre temporal, a los que habéis seguido visitando el Blog.
Nos gustaría creer que esto que hacemos aquí tiene alguna utilidad y que
puede servir para vertebrar a un pequeño (pero selecto) número de sevillanos en
torno a los sentimientos y la reflexión.
Ahora, cuando ya casi todos estamos aquí, es de verdad cuando se pone en
marcha este carrusel de los sueños (y no pocas veces de pesadillas) de nuestra
querida Ciudad. Todo volverá a renacer y
nos llevará por las veredas de los olivares del Aljarafe y los laberintos
sentimentales de la memoria hacia otro nuevo Domingo de Ramos. Bien es verdad que no solo de cirio vive el
sevillano pero… ¡hay tanta verdad en el llanto de una vela! Se consume como la propia vida: lenta pero
inexorablemente.
Sevilla es una Ciudad hecha para la poesía y la belleza donde
históricamente casi siempre reinó la sinrazón. Ella, la Ciudad, quiere que miremos
hacia delante y nosotros nos empeñamos siempre en mirar hacia atrás. Saberla defender en el día a día debe –o debía-
ser una de nuestras tareas principales. De nuevo vuelta a empezar hasta que
quien mora en San Lorenzo disponga. Hoy, ya estamos a uno de septiembre del
2014.
Fabuloso en esta reentrada, vendrán mejores, seguro. Un saludo.
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