domingo, 28 de junio de 2015

Trompetas de Jericó







Clamaron a los vientos de levante
y se preguntaron a viva voz:
¿Donde, donde hay un hombre decente?
Solo obtuvieron la callada por respuesta.

Los folios en los juzgados eran montañas
de ignominia apilados en los rincones.
Mientras los niños golpean sus cucharas
en los platos vacíos  ellos se muestran
unos a otros sus relojes de pulsera.

La lluvia rebotaba por las aceras
como si fueran lágrimas de rebeldía.
Querían cubrirse sus desnudas cabezas
     y solo encontraron
un sombrero de tres picos y…una pala.

Sonaron las Trompetas de Jericó
y un niño inquieto apoyó su blanca
mano en la barandilla  de su cuna.

   “Duérmete cielito mío
     que tu madre trae estrellas
     y luna de acero frío”.

Clamaron a los vientos de levante
y se preguntaron a viva voz:
¿Donde, donde hay un hombre decente?
Solo obtuvieron la callada por respuesta.


Juan Luis Franco – Domingo Día 28 de Junio del 2015

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