sábado, 18 de julio de 2015

Presuntos




Cometer ciertos delitos puede ser grave; ser acusado siendo inocente de algunos delitos puede ser gravísimo. Don Miguel de Cervantes fue el primero que llamó a algunas situaciones sociales como de muerte civil. En este modesto blog cuando personalizamos lo hacemos utilizando aspectos positivos y pocas veces (por no decir ninguna) sacamos a pasear elementos personales negativos de nadie. Valoramos la gestión política, social o cultural de alguien sin traspasar ni un centímetro aspectos de su vida personal.  El exabrupto, el escarnio o la insidia en cualquiera de sus variantes nunca van a encontrar acomodo en estas modestas páginas. Todos somos inocentes hasta que la justicia no demuestre lo contrario. Hoy las noticias corren como la pólvora por las redes sociales y, en no pocas ocasiones, con resultados realmente demoledores. Las acusaciones razonadas son tan legítimas como la presunción de inocencia. Se trata en definitiva de demostrar con pruebas la veracidad de las acusaciones. Unos acusan; otros se defienden y los jueces deciden (partiendo del criterio humano de que estos, como personas, tampoco son infalibles).  Ningún delito debe –o al menos debía- de quedar impune y menos cuando se dañan a las personas a nivel sentimental, social y/o corporativo. Los juicios paralelos en algunos medios de comunicación son perversos en función de su propia irracionalidad. Tan solo dos elementos se necesitan para informar racionalmente: rigor y objetividad.  Quien la hace que la pague y dejar actuar a la justicia es el mayor favor que podemos hacerle al Estado de Derecho al que pertenecemos. Mientras, en culpabilidades e inocencias, todos somos presuntos. Alguien escribió que una persona (creyente) tiene tres jueces: Dios, su conciencia y las leyes humanas.  Eludir a los tres es prácticamente imposible.  Lo del “cuando el río suena agua lleva” no siempre suele ser verdad. La misma que, al practicarla, nos hará libres. Presuntos a la espera de que la Justicia se quite la venda de los ojos. La muerte civil acechando agazapadas por las esquinas.


Juan luis Franco – Sábado Día 18 de Julio del 2015

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