Cantaba Adriano Celentano su
“Pregheró (Rezaré)” y ya sabíamos al escucharla que la vida, nuestras vidas,
ya no serían la mismas. Después llegó Silvio
y creó con esta canción el más bello canto que nadie nunca le dedicó a las Dolorosas sevillanas. Una plegaria de
amor en forma de canción que cambia las ansiedades juveniles por el rezo de la
madurez. La vida se padece desde la
incertidumbre y se goza desde las certezas.
Quien diga que no reza en momentos de desosiego que tire el primer
rosario. Vamos de nuestro corazón a nuestros asuntos haciendo parada y fonda en
los momentos de felicidad. Canta Celentano que…”No tienes que odiar el sol / porque tú no puedas verlo / pero está ahí / ahora brilla sobre
nosotros / sobre nosotros”. Rezaré, rezaremos, por los vivos y los muertos.
Por nosotros los presente y por ellos los ausentes. Entonaremos una oración que nos retrotraiga a
la voz de los campos cuando las cosechas piden a gritos ser recogidas. Haremos nuestro al Padre eterno (“Padre nuestro
que está en los cielos”) y pediremos la salvación para María (“Dios te salve María
llena eres de gracia”). Rezaré para
convencerme de que no todo está perdido.
Rezaré, rezaremos y desde los cielos infinitos Elvis nos cantará “Crying
in The Chapel” (“Llorando en la Capilla ”).
Juan Luis Franco – Miércoles Día 23 de Noviembre del 2016
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