martes, 16 de febrero de 2021

Decíamos ayer.....


Dentro de pocos días se cumplirá un año desde que apareció en nuestras vidas y haciendas este maldito virus.  Cambió nuestra cotidianidad por un simulacro de vida donde todo está seriamente adulterado.  Nuestro presente es una frágil pasarela que une las certezas del pasado con las incertidumbres del futuro.  En nuestra Ciudad las naranjas amargas se caen de los árboles formando,  por calles y plazoletas,  una alfombra de desidia y amargura.  Las Papeletas de sitio duermen el sueño de los justos en los ilusionantes cajones de las Hermandades.  Somos zombis enmascarados que nos reflejamos en los escaparates de los comercios en permanente rebajas.  Ya todo está rebajado,  hasta la propia vida.  Nietos que crecen y abuelos que decrecen sin que los interesados sean partícipes de este discurrir de la existencia humana.  Los creyentes le rezan a Dios y los agnósticos le piden a sus amigos cristianos que los incluyan en sus oraciones.  Vivimos en una especie de trampantojo donde cada nueva capa nos depara una nueva sorpresa.  Sabremos que habremos vuelto a la normalidad cuando vuelvan las oscuras golondrinas del Poeta de Conde de Barajas; cuando los besos y abrazos sean plenamente presenciales y, a que negarlo,  veamos abierto "El Tremendo " de Santa Catalina. Decíamos ayer.....

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