A mis hijas Alicia y Margarita
Hoy, 8 de Marzo, es el Día Internacional de la Mujer. La Historia de la Humanidad es una secuencia interminable de como los hombres han utilizados a las mujeres en su propio provecho. La igualdad, la tan reclamada igualdad, avanza imparable pero todavía a ritmo lento. Si hago memoria del trato que las mujeres recibían en mi infancia y lo comparo con el que reciben en la actualidad el cambio, en positivo, es enorme. Caminamos hacia una Sociedad que iguale a hombres y mujeres en derechos y deberes. A iguales trabajos iguales salarios. Faenas domésticas y educacionales plenamente compartidas a partes iguales. Lo conseguido no ha sido gracias al paternalismo de algunos nombres buenos sino a una histórica y dura lucha que emprendieron algunas mujeres. Desde mi infancia mi vida siempre ha estado ligada a mujeres bondadosas, resolutivas y firmes en sus principios. Mi niñez estuvo marcada por el faro luminoso y omnipresente de mi abuela Teresa. En esta última etapa existencial mi nieta Lola representa el eslabón femenino que me ata a la eternidad. En su mirada yo siempre viviré. En mi larga andadura por esta Tierra de Maria Santísima llevo atada a las paredes del alma nombres de mujeres que siempre formarán parte de mi equipaje sentimental. El radicalismo, en cualquiera de sus variantes, forma parte ineludible de nuestra Sociedad y el Feminismo radical no podía ser una excepción. Buscar la confrontación para justificar cargos políticos no es el mejor camino. Construyamos un futuro donde hombres y mujeres caminen de la mano por la senda de Libertad, la Justicia, la Igualdad y la Solidaridad. Que dentro de unos años nuestros nietos tengan que consultar en Wikipedia algo que antaño se llamaba Violencia Machista. Feliz día a las presentes y un recuerdo emocionado para las ausentes que un día nos dejaron huérfanos de su cariño y bondad.
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