Los negacionistas se nutren de dos elementos fundamentales como son la estupidez y el fanatismo. Estos dos elementos, desde los tiempos más remotos, siempre han acompañado a los seres humanos. ?,Acaso alguien piensa que la Roma Imperial no estaba llena de estupidos y fanáticos? Según el New York Times Donald Trump y su hierática esposa Melania se vacunaron antes de abandonar la Casa Blanca. El negacionista con mayor peso político e ideológico del mundo terminó por anteponer su inmunidad personal para, nunca mejor dicho, curarse en salud. Como consecuencia del coronavirus en EEUU han fallecido más de medio millón de personas. Superando al número de muertos en las dos Guerras Mundiales más los caídos en Vietnam. Cabría preguntarse, ?cuántas de estas muertes son responsabilidad de los negacionistas? De vez en cuándo aparece algún "artista " que apoyándose en su popularidad lanza una serie de estupideces negando la Epidemia y las medidas sanitarias para combatirla. Nada nuevo bajo el sol. Muchos seres humanos se sienten perdidos cuándo tienen que razonar y tomar decisiones en aras del sentido común. Mejor seguir a ciegas las consignas de falsos e interesados líderes y de famosos que priorizan su libertad personal en detrimento de la de todos los demás. Fueron millones de alemanes los que decían desconocer las atrocidades que se cometían en los Campos de Concentración nazis y, lo más grave, fueron millones de Alemanes los que seguían hasta la muerte a Adolf Hitler. Cada época tiene su talón de Aquiles irracional, estupido e insolidario. En esta que nos ha tocado vivir les ha llegado el turno a los negacionistas.
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