“Sevilla no tiene que demostrar que es la ciudad más bonita del mundo…..que lo demuestre la segunda” (Silvio Fernández Melgarejo “Silvio”)
La gestión, positiva o negativa, que un Gobierno Municipal (con el Alcalde al frente) desarrolla sobre una ciudad es algo fácilmente perceptible por los ciudadanos. Aquí no valen ni los “cantos de sirena” ni las derivaciones a los discursos manipuladores en clave nacional. Si la Ciudad funciona (bien o mal) en sus distintos apartados es algo que perciben de manera diáfana sus habitantes independiente de la ideología de cada cuál. Estos días se ha cumplido el primer año de mandato de José Luis Sanz y la percepción ciudadana (sobre todo en las Barriadas periféricas) es que este periodo se nos muestra negativo y decepcionante. Nuestro Alcalde se planteó como prioridad fundamental el tema de la limpieza de la Ciudad. La misma se encontraba sucia entonces y el cambio ha sido que ha pasado de sucia a muy sucia. Es algo que resulta tan evidente que incluso no tiene más remedio que reconocer el propio José Luis Sanz. La Barriada donde paso los días y me pasan las noches se encuentra en un estado lamentable de suciedad. Alfombrada de naranjas por los suelos que al ser pisadas dejan unas manchas difícilmente subsanables. ¿Tan difícil seria que Lipasam creara un equipo temporal cada año para retirarlas a tiempo? Creo que ya está aprobada una nueva normativa para eliminar la recogida neumática de basura que en su día fue pionera en Sevilla. ¿Tan complicado resultaba invertir en mantenimiento y mejoras? El Centro de la Ciudad a la que suelo acudir a diario presenta un estado de higiene y limpieza manifiestamente mejorables. Los pocos vecinos que van quedando en la zona monumental viven atrapados por el desordenado e imparable avance del Turismo. El cutrerío más hortera forma parte de la estética de la Ciudad. El necesario mantenimiento y mejora de los colegios deja bastante que desear. Nadie sabe que hacer con un turismo masificado que si no se regula a tiempo se llevará por delante la convivencia y las señas identitarias de la Ciudad. El Ayuntamiento, nuestro Ayuntamiento, da la sensación de estar algo perdido ante esta maraña de problemas. Tenía cierto interés por saber el balance que haría José Luis Sanz sobre su primer año de mandato. En lo positivo el no tener reparos en reconocer algunas de estas deficiencias y en lo negativo su discurso victimita y poco imaginativo tirando de manual. Dice que la culpa en realidad no es suya sino de la herencia recibida. Da por seguro que en los próximos meses las cosas mejorarán de manera ostensible. Lo de siempre: los problemas de hoy tienen su origen en el ayer y serán resueltos en el mañana. Dice nuestro Alcalde que se ha cumplido el 33 por ciento de lo proyectado. Cuestión de estadística y de vasos medio llenos o medio vacíos. Si dijera que sigue pendiente el 67 por ciento ya la cosa, siendo la misma, varía de manera ostensible. Sinceramente esperaba mas, mucho más, de un Alcalde que tiene como lema la responsabilidad, la transparencia y la buena gestión. Con Antonio Muñoz la Ciudad estaba sucia; con José Luis Sanz la Ciudad está muy sucia. Se hace verdad una vez mas el lema de que: “Sevilla es una mocita muy guapa a la que siempre tienen con los zapatos sucios”. La clave es cuando piensan sacar las bayetas de los despachos. Nunca es tarde si la limpieza es buena. Dudo que Fray Escoba fuera de Sevilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario