Don José Antonio Carrizosa, a la sazón director del Diario de Sevilla, nos regalaba en la edición de pasado día 16 del corriente un artículo (“Un caso de mala suerte”) de su puño y letra, de esos que merecerían ser enmarcados y releerlos –en esta dura etapa- de cuando en cuando. En menos líneas no se puede estar más atinado sobre la catastrófica situación que padecemos en este santo y sufrido país nuestro. Nos aclara en definitiva las claves del “zapaterazo”. A saber: congelación de las pensiones; recorte de un cinco por ciento en los salarios de los funcionarios (los hay que son “mileuristas”), abriéndose la más que evidente posibilidad de subir los impuestos. Se nos dice – según les oímos a don José Blanco y a doña Maria Teresa Fernández de la Vega- que se entrará en un periodo de reflexión para que “paguen más los que más tienen”. Mensaje captado. Mientras “reflexionan” sobre la que tenía que haber sido la primera medida a adoptar, atacan sin contemplaciones la economía de los más débiles. Socialdemocracia en estado puro, ¡por los cojones! Algunos altos cargos verán recortados sus suculentos emolumentos en un quince por ciento (que se nos diga en cuanto se les queda después de estos recortes. Seguro que tienen todavía para comer). Para tenernos tranquilos finalizan diciendo: “que no esperen irse de rositas los causantes de esta crisis”. Las ultimas medidas tomadas por “nuestro” Presidente (que cuanto antes deje de serlo mejor para todos) y su ya cuestionado Equipo de Gobierno, no hacen más que confirmar que nos encontramos –con diferencia- ante el peor mandatario que ha tenido España desde la entrada de la democracia. Lo triste y preocupante es que don Mariano Rajoy como líder de la oposición no le anda a la zaga. Son tal para cual y para comprobarlo les propongo hacer el siguiente ejercicio de racionalidad: guarden en un cajón las banderas, los principios ideológicos e intenten cambiar el sectarismo visceral por el sentido común. Veamos pues como se nos queda el patio: donde pone Zapatero pongan Rajoy; donde de la Vega sitúen a de Cospedal; donde Pajín coloquen a Sáenz de Santamaría; en la cúpula económica sustituyan a Salgado por Montoro; donde……… No me negarán que todo esto es un canto al pesimismo. Se me argumentará que ya sabemos como nos gobiernan los actuales mandatarios y, que los otros, se merecen cuando menos el beneficio de la duda. Puede ser, pero insisto, yo personalmente tengo pocas esperanzas sobre el particular. En este país sobran consignas y faltan razones.
Aquí lo que ha pasado es que a don José Luís Rodríguez Zapatero le han dado un ultimátum los altos jerarcas europeos (curándose en salud, para no tener que pagarnos la “roncha” como les ha ocurrido con Grecia) y, para que no hubiera ninguna duda, le llamó Mister Obama y le dijo: “José Luís (pongan acento anglosajón de Aznar) tienes que tomar medidas aunque sean impopulares. No vaya a ser que nos haga pagar a los demás la “convidá”. Y don José Luís que es un politico obediente y encantado de haberse conocido le contestó: “Si, bwana (digo Obama)”. Lo tremendo es que esta situación ha terminado por enterrar la socialdemocracia en España (mala suerte la mía: soy un socialdemócrata sin socialdemocracia; un bético sin Betis y, un sevillano, que cada día busca a Sevilla y no la encuentra por ninguna parte). Han conseguido despertar a los sindicatos de su dulce letargo en los oasis placenteros de la comodidad y, ahora cuando todavía se refriegan los ojos de su larga y gubernamental dormidera, ya no saben que poner en las pancartas en blanco. Los empresarios –eso si- encantados con este Gobierno de “izquierda”.
Los corruptos respiran tranquilos, pues no se tomarán medidas drásticas para que nos devuelvan el dinero robado de las arcas públicas, y que les han permitido atesorar desmesuradas riquezas.
Parte del dinero de nuestros sufridos impuestos que debían destinarse a carreteras, escuelas, hospitales, centros educativos y culturales, fines sociales…… han terminado en un dispendio de lujo tan obsceno como demostrativo de la catadura moral de estos “personajes”. Pueden respirar tranquilos, que ahora lo importante a nivel judicial es el “Caso Garzón”, y no otras menudencias como intentar que nos devuelvan el botín que nos han robado algunos políticos con la mayor de las impunidades. ¡Que país tenemos!
Ya, afortunadamente, surgen voces autorizadas que reclaman -una vez más- un rearme civil y democrático de la Sociedad –hoy “Suciedad”- española. Nadie podrá sacarnos de esta situación de abandono y desamparo más que nosotros mismos. Existía una hoja de ruta generacional que decía: “eres revolucionario a los 20 años; socialdemócrata a los 30 y conservador a los 40”. Un servidor, ya sobrepasada la barrera de los 60 “tacos”, sigue instalado en la segunda carta de navegación. Reconozco que la llegada de mi nieto me ha hecho sacudirme de un estado de pasotismo ilustrado, donde supervivía pasando de toda esta “plebe”. No se merecen las generaciones que vengan a relevarnos que les dejemos un país eternamente frentista; gobernado por impresentables y con los saqueadores de lo ajeno pululando por nuestra vidas y haciendas.
Nota: Un pequeño inciso para felicitar a mis amigos sevillistas por su clasificación para la Chanpións, y desearles suerte para esta noche en la fina de Copa. Mientras, los béticos hemos pasado del penalti a “lo Panenka” al penalti a “lo Mehmet Aurelio”.
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