domingo, 20 de febrero de 2011

¿El Comandante no tiene quien le escriba?

Ya estamos en plena vorágine electoral en nuestra Ciudad. Dentro de poco se dilucidará en las urnas, fuente y caudal de la Democracia, quien se sentará en el sillón municipal de la Casa Grande durante los próximos cuatro años. Se marchará -¡a Dios gracias!- sino el peor Alcalde de la Historia de la Ciudad, si de lo peorcito que hemos padecido con diferencia desde la entrada de la tan anhelada Democracia. Hoy para definir a los políticos los analistas hablan de perfiles altos o bajos. Este hombre, al que deseo sinceramente toda la suerte del mundo en su vida política, profesional o personal, introduce un nuevo elemento en el encuadre clasificatorio de la clase política: la del perfil plano. Tuvo un Maestro que anda en la actualidad dando tumbos fantasmales por Madrid, verdadero adalid de lo políticamente insustancial. No digo aquello de “Dios los cría y ellos se juntan”, por no implicar al Sumo Hacedor en estos menesteres de los políticos intrascendentes.

Tres mosqueteros se van disputar los escaños desde donde se decide la vida cotidiana de aquellos que tenemos la suerte de estar empadronados en Sevilla. No parece previsible que aparezca algún D´Artagnan en el Patio de Armas del PA o de la UPyD. Por tanto Zoido, Espadas y Torrijos serán, junto con sus huestes, lo que tomen posesión de los sillones municipales. Curiosamente, quien menos dudas tiene de los tres sobre sus resultados electorales es el ATS de los Pajaritos. Tiene un electorado fiel (que son para los que él trabaja prioritariamente en el Ayuntamiento) que no suelen fallarle. Asumen que el camarada Torrijos (todo no va a ser llamarlo “el tío de la pipa”) es un látigo de fachas y martillo de señoritos tradicionalistas casposos de la Ciudad. Lo peor no es que lo asuman como tal, sino que encima se lo creen. Misterios de la ingenuidad humana. Lo que resulta evidente es que este personaje consigue estar cada día en el candelero (candelabro en versión de Sofía Mazagatos) de los medios de comunicación sevillano. Él lo sabe y está enormemente contento de haberse conocido. Es consciente de que su exigua renta electoral la necesitan los socialistas para gobernar, careciendo por tanto de inquietudes políticas sobre resultados electorales. “Ya llamaréis a mi puerta”, pensará para sus adentros. Su discurso político, pretendidamente culto y entroncado -según él- con la más pura dialéctica marxista, es tan insustancial como su propia gestión política municipal. El mismo quedó al descubierto ante una opípara bandeja de mariscos. Lo que resulta evidente es que configura un tipo de sevillano (¿en que perfil encuadramos a éste, señor Rodríguez Sacristán? Posiblemente en el de los figurones, ¿no cree usted?) acorde con algunos “personajes históricos” de la Ciudad. Resultando incuestionable que es “una perita en dulce” para la Prensa local. Cuantos ríos de tinto se han vertido sobre la famosa mariscada en Bruselas. Sus ruedas de prensa se siguen con el mismo interés que las de Mauriño, y él está convencido que, después de San Fernando, pocas personas ha tenido la Ciudad de su trascendencia moral e intelectual. Ve desde su pulpito de antiguo estalinista la única Ciudad que le interesa ver: la de sus correligionarios. Un amigo mío, que no es precisamente de la derecha rancia a la que dice poner nerviosa nuestro personaje, me comenta que Sevilla tuvo un “Antoñito-procesiones” y ahora tiene un “Antoñito-manifestaciones”. No se le puede negar cierta “gracia” a este político de la hoz y el martillo (¿encontrarán estas herramientas si alguna vez tienen que buscarlas?) Aunque cueste creerlo es un personaje que posiblemente solo pueda darse en nuestra Ciudad. Estoy convencido de ello.

La cosa empieza a “agriarse” cuando de su gestión depende una parte sustancial de nuestro bienestar ciudadano y el de los nuestros. Lo triste es que no tenemos muchas esperanzas de que algún día deje de pertenecer a la política activa: tanto él, como “nuestro” actual Alcalde, le tienen pánico a descolgar la bata blanca de la percha.


Pequeño Toma de Horas bís (De la A a la C)

A) IU es algo más que Antonio Rodrigo Torrijos. La valiosa aportación histórica de esta formación política a la vida municipal sevillana así lo atestigua. B) Antonio Rodrigo Torrijos está legitimado democráticamente por unos pactos recogidos en la Constitución Española (perversos democráticamente, pero claramente constitucionales) C) Sus electores son tan legítimos como los de cualquier otra formación política (que luego me paran en la calle algunos “colegas” y me dicen que le estoy haciendo “el juego a la derecha”).

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