Volarán los sociólogos y culparán a la Sociedad de ser la causante del alumbramiento de estos especimenes. Volarán los psicólogos y dirán que se generan en los ambientes de familias desestructuradas. Volarán los educadores y argumentarán, con una tiza en la mano, que en la falta de Educación está el quid de la cuestión. Volarán los jueces y sentenciarán que ellos no hacen más que aplicar las leyes. Volarán los políticos y parlamentarán que hay que acatar aquello que determinen los jueces. Todos, absolutamente todos, levantarán el vuelo sin rozar siquiera el aire fresco de la mañana (enmarañados en las jaulas del convencionalismo y sobrevolando un mar de confusiones). Tan solo “El Cuco” levantó gozoso el vuelo para abandonar su encierro y, dejar encerrado de por vida, el sosiego y la paz de las personas decentes. No “pió” ni tan siquiera para decir donde tenían escondida la joven paloma muerta. Ya es libre y poco podemos hacer los pertenecientes a esta infantería compuesta por gente de bien. Así lo determina la Ley de los hombres y nada podemos hacer. Esta familia, destrozada por la pena y harta de cámaras y entrevistas, solo quiere ya que vuelen sus recuerdos y que su pena tenga un sitio donde llevar flores por Noviembre. ¿Es mucho pedir? Parece ser que si, y los cuervos esperan ansiosos unirse en la libertad de los cielos al vuelo del “Cuco”. Todo, lamentablemente, llegará. Mientras, las Vírgenes en las capillas, lloran la pena amarga de las madres presas del desconsuelo. Volemos nosotros con la imaginación y soñemos con una Sociedad donde alguna vez ganen “los buenos”. Soñarla o, mucho mejor, pelear por conseguirla algún día. Nos podrán llamar demagogos pero nunca insensibles con el dolor ajeno. Si en su vuelo logra atrapar otra paloma, todos saldrán corriendo buscando, por San Benito, la palangana de Poncio Pilato. Nadie se hará responsable de haber abierto la jaula tan pronto. Volar, aquí lo que se dice volar, vuela lo que todos bien sabemos: ……… (Que cada uno rellene como quiera los puntos suspensivos).
sábado, 4 de junio de 2011
Alguien voló sobre el nido del Cuco
Volarán los sociólogos y culparán a la Sociedad de ser la causante del alumbramiento de estos especimenes. Volarán los psicólogos y dirán que se generan en los ambientes de familias desestructuradas. Volarán los educadores y argumentarán, con una tiza en la mano, que en la falta de Educación está el quid de la cuestión. Volarán los jueces y sentenciarán que ellos no hacen más que aplicar las leyes. Volarán los políticos y parlamentarán que hay que acatar aquello que determinen los jueces. Todos, absolutamente todos, levantarán el vuelo sin rozar siquiera el aire fresco de la mañana (enmarañados en las jaulas del convencionalismo y sobrevolando un mar de confusiones). Tan solo “El Cuco” levantó gozoso el vuelo para abandonar su encierro y, dejar encerrado de por vida, el sosiego y la paz de las personas decentes. No “pió” ni tan siquiera para decir donde tenían escondida la joven paloma muerta. Ya es libre y poco podemos hacer los pertenecientes a esta infantería compuesta por gente de bien. Así lo determina la Ley de los hombres y nada podemos hacer. Esta familia, destrozada por la pena y harta de cámaras y entrevistas, solo quiere ya que vuelen sus recuerdos y que su pena tenga un sitio donde llevar flores por Noviembre. ¿Es mucho pedir? Parece ser que si, y los cuervos esperan ansiosos unirse en la libertad de los cielos al vuelo del “Cuco”. Todo, lamentablemente, llegará. Mientras, las Vírgenes en las capillas, lloran la pena amarga de las madres presas del desconsuelo. Volemos nosotros con la imaginación y soñemos con una Sociedad donde alguna vez ganen “los buenos”. Soñarla o, mucho mejor, pelear por conseguirla algún día. Nos podrán llamar demagogos pero nunca insensibles con el dolor ajeno. Si en su vuelo logra atrapar otra paloma, todos saldrán corriendo buscando, por San Benito, la palangana de Poncio Pilato. Nadie se hará responsable de haber abierto la jaula tan pronto. Volar, aquí lo que se dice volar, vuela lo que todos bien sabemos: ……… (Que cada uno rellene como quiera los puntos suspensivos).
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