En 1995, el gran Martin Scorsese, dirigió una más que excelente película titulada “Casino”. Trataba de manera magistral la clara influencia de la Mafia en la organización y control del mayor casino de Las Vegas. Contaba en su extraordinario reparto con una Sharon Stone en la plenitud de su deslumbrante belleza y con dos actores sensacionales: Robert de Niro y Joe Pesci. La he visto una docena de veces y siempre consigue fascinarme de nuevo. Viene esto a cuento por decidirse, el presente mes de septiembre, si el llamado proyecto “Eurovegas” será definitivamente instalado en la ciudad de Madrid o en la de Barcelona. Tanto los políticos conservadores madrileños (PP), como los nacionalistas catalanes (CIU), han puesto a disposición de los promotores de este macro-proyecto de casinos, hoteles y demás elementos adyacentes, todo cuanto les ha sido requerido. Parece ser que este emporio destinado a que los millonarios pierdan alegremente su dinero y los ingenuos lo hagan tristemente (en el juego y en la vida cotidiana siempre gana la “banca”), nos traerá una cantidad importante de nuevos puestos de trabajo, más un relanzamiento lúdico-comercial de la zona agraciada con su correspondiente instalación. Dado que la Administración Central y el sector privado no solo son incapaces de generar puestos de trabajo, sino que posibilitan la diaria sangría de los mismos, se le dará a “Mister Scorsese and Company” todas las facilidades habidas y por haber. Están dispuestos a saltarse las reglas del juego (nunca mejor dicho) de la legalidad, incluyendo la Ley del Tabaco. Todo sea porque la Ruleta y el Bacarrá no paren durante las 24 horas del día. Si se me permite, y en clave de guasa sevillana, les haría algunas sugerencias a los dueños del negocio. Para los aparcamientos serían contratados y previamente reciclados los gorrillas del Barrio de Bami en Sevilla. Encargado del guardarropa pondrían a un Presidente de Comunidad que ya ha dejado de serlo. Para la gestión administrativa-financiera utilizaríamos algunos de los cabecillas de la Operación Malaya. Control de seguridad y logística a los que “extraviaron” las cubiertas de la Copa Davis. Responsable de recepción hotelera y coordinador de traducción de idiomas al que “acolasaba” la Palmera. Coordinadores generales de Contabilidad, Administración y reparto de Beneficios a los implicados de los ERE. Encargados del servicio de cocina, restauración y bares a los de la “foto de la mariscada de Bruselas”. Jefe de prensa al que predijo la victoria electoral de Arenas por goleada. Como serán muchos los puestos a cubrir se admiten sugerencias en cualquier sentido o dirección. Veremos como acaba esta rocambolesca historia que hubiera posibilitado a los recordados, Rafael Azcona y Luis García Berlanga, el regalarnos un par de excelentes películas. ¡Cómo estará el país que ya ni tenemos quienes nos hagan reír de nuestro esperpéntico comportamiento!
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