jueves, 25 de abril de 2013

Muerte de un Maestro del Cante



La misma mañana en la que nos desayunamos con que este sufrido país nuestro ha alcanzado la vergonzante cifra de 6.202.700 parados, nos llega la triste noticia del fallecimiento del cantaor Manolo Mairena. Sabíamos que desde hacia tiempo venía luchando contra una cruel y dolorosa enfermedad, pero no por ello su muerte ha dejado de conmovernos. Manolo Mairena, el menor de la saga de los Mairena, era un más que excelente cantaor y su legado se nos presenta imprescindible para entender el Cante Flamenco del último tercio del siglo XX. Irrenunciable defensor de la estética y la ética clasicista del Arte Jondo, Manolo Mairena se nos configura como un grandísimo cantaor y uno de los mejores saeteros de toda la Historia del Flamenco. Era más, bastante más, que el hermano pequeño del genial Antonio Mairena, y con él se nos apaga el último rescoldo de la Fragua de los Mairena. Su discografía, dado sus meritos cantaores, tendría que haber sido mucho más extensa. Impagable y eterno el “Vía-Crucis” que grabó con Pasarela. Descanse en paz este mairenero de pro, buena persona al machadiano modo y excelso cantaor de la Mairena más flamenca. Nuestras más sinceras condolencias a toda su familia y al querido y noble pueblo de los Alcores.  Cada día vamos perdiendo a gente que tanto representaron en nuestros sentires flamencos y el alma se nos vuelve cansada y pesarosa. Alguien dijo, y dijo bien, que cumplir años se traduce en sumar muertos. Es Ley de vida según nos dicen, pero hay leyes que te condenan a la orfandad. Gloria eterna a quienes como Manolo Mairena nos llenaron el corazón con los sonidos de este Arte parido y amamantado en la vieja Andalucía.  Dios le tenga en la gloria flamenca.

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