Uno sabe, y también teme, que a ciertas edades las malas noticias
siempre serán manifiestamente
empeorables. Esta mañana cuando abro esta ventanita al mundo que es mi
ordenador personal me entero de la muerte de Paco de Lucía. ¡Uff, vaya palo! Literalmente
me he quedado de piedra. Tenía 66 años de edad y ha fallecido mientras se
encontraba con sus hijos y nietos en una playa mejicana llamada Cancún. Dicen que se sintió indispuesto y ya poco se
pudo hacer por salvar su vida. ¿Qué puedo yo ahora decir o escribir de Paco de
Lucía? Quienes bien me conocen saben por
reiterativo que sentía una verdadera devoción y admiración por el Genio de
Algeciras. Para mi representaba al Artista más importante de toda la Historia del Flamenco. Su
toque de acompañamiento, su faceta de solista y sus incursiones en otras
disciplinas musicales fueron absolutamente magistrales. Hiciera lo que hiciese
siempre sonaba flamenco por todos los poros de su piel. Sus dos referentes de la Guitarra flamenca fueron
el “Niño Ricardo” y “Sabicas”. Se paseó con su inseparable sonanta por todos
los escenarios de este planeta tan hermoso como sufrido llamado Tierra. Paco
era mucho Paco. Andaluz universal se nos representa como el máximo exponente de
la Guitarra flamenca
y por ende uno de los más grandes músicos contemporáneos. He sentido su muerte como algo muy personal y
un síntoma inequívoco de que mi tiempo cultural y sentimental va cuesta abajo. La
producción discográfica de Paco de Lucía es muy extensa y verdaderamente
deslumbrante. Él ya forma parte de la
leyenda del Flamenco y yo de los eternos huérfanos de soles y lunas. Se nos ha muerto Paco, el hombre, para de
esta forma poder entrar en la inmortalidad de los grandes el músico genial. La
perdida de Genios de la Música
flamenca como Camarón, Morente y ahora Paco de Lucía se me representa mucha
carga de orfandad para mi maltrecha espalda.
No hace mucho se nos fue Félix Grande (el mayor devoto de Paco de
Lucía) y ahora el Maestro se nos marcha
para reunirse con su alumno más fiel. Te queremos Paco por lo que nos diste y
las miles de veces que nos hiciste soñar con tu mágica sonanta. Pasado mañana
es el “Día de Andalucía” y la bandera verde, blanca y verde llevará crespones
negros por ti. Te seguiré escuchando mientras que el de San Lorenzo me siga
concediendo nuevas prorrogas existenciales. Hoy, eso si, no pienso pisar la
calle y me beberé mi pena de flamenco antiguo oyendo tu inigualable y hermoso
toque flamenco. Dios te guarde Paco y gracias por ayudarnos a ser felices en
clave flamenca y andaluza. Nos queda tu música que siempre será inmortal. ¡Gloria
eterna al Genio de la guitarra!
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