lunes, 31 de marzo de 2014

Uno, dos y tres





Contamos uno, dos y tres
y enredado por la luna
vino Marzo y se nos fue.

Nos llegó de la nieve que blanquea
al jazmín que renace en las orillas.
Treinta y un amaneceres luminosos
para que Dios se invente la armonía.

Contamos uno, dos y tres
y enredado por la luna
vino Marzo y se nos fue.

Los juncos de los ríos se estremecen
cuando florece su piel en Primavera.
Preámbulo de todo y de todos
la Ciudad se hace eco de campana
sonando acompasada por Triana.

Contamos uno, dos y tres
y enredado por la luna
vino Marzo y se nos fue.

Lleva prendido con alamares
promesas de amores nuevos;
lentas tardes donde tarda la noche
en mostrarnos su negro desosiego.

Le da paso al tiempo de la Gloria
para que todo renazca nuevamente.
Lleva atado al talle de su Historia
costal, cirio y  cruz de Penitente.

Contamos uno, dos y tres
y enredado por la luna
vino Marzo y se nos fue.

(de “Tiempo de Incertidumbre” – 2013)

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