Con el presente se cumplen –cumplimos- los 1.000 Toma de Horas. Sinceramente,
créanme si les digo que ni por asomo pensamos nunca en llegar a esta cifra.
Este Blog nace de la amigable asociación de tradiciones y sentimientos
estéticos compartidos entre Juan Luis Franco y Salva Gavira. Labramos nuestra
amistad hace ya algunos años en la Compañía Discográfica
Pasarela y la misma, a la postre, nos ha resultado enormemente provechosa y
productiva. Nos consideramos un verso suelto en un poemario sevillano con el
que no siempre estamos de acuerdo. Intentábamos dos cuestiones prioritarias:
provocar emociones e invocar a la hoy tan necesaria reflexión. Nos une un
profundo amor por la Ciudad
que nos vio nacer y que un día, cuando ya no estemos, preguntará por nosotros
en la rampa del Salvador, San Nicolás, la Plaza de San Lorenzo y los aledaños de la Trinidad. Tenemos
todavía cuerda para rato y somos plenamente conscientes de que todos los ciclos terminan por
agotarse. La tragedia de muchos seres humanos es creer que las cosas –sobre
todo las positivas- duran para siempre.
A nosotros no nos mueve el afán de vanidad ni la vana esperanza de ser
un día recordados. Aquí no se plantean
debates ni polémicas tan estériles como ruidosas. Para algunos lo que así se
escribe será absolutamente irrelevante y para otros puede que esto tengo algún
tipo de interés. Posiblemente ambas posturas sean acertadas. Escribimos, y
comentamos cosas, desde una reconocida subjetividad y necesitando todavía muchos
avíos este incipiente puchero. Vivimos tiempos convulsos y llenos de tropelías
como para renunciar a expresarnos de manera libre y responsable. Seguimos,
seguiremos un ratillo todavía por aquí. Tenemos asumido sin complejos que nadie
hablará de nosotros ni incluso estando vivos. 1.000 Toma de Horas escritos
desde el corazón y fotografiados desde el talento. Ni muchos ni pocos: los
justos y necesarios. Gracias eternas por aguantarnos.
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