miércoles, 22 de febrero de 2017

Plaza de las Mercedarias



Por entre los visillos de la ventana
se cuela un suave soplo de aire
mostrando partículas en suspensión
que giran lentamente en un difuso eje.

Ecos hebreos recorren entre rezos y salmos
las callejuelas de la judería sevillana.

Una campana, a lo lejos, tañe lastimera
su pena de siglos entre la gloria y la orfandad.
La calle suena a vida y la vida suena a calle
con las luces y sombras de los corrales de vecinos.

Adormecidos por los calores del cisco picón
escuchamos a los lejos los rezos mercedarios;
trampantojo de la infancia que se abría ufana
a los despertares de mundos por llegar.

Calle del Verde que te quiero Verde
provocando la Alegría de una Virgen
y la enjundia del Miguel de los migueles.

Isla, oasis y remanso de paz mercedaria
con Tintes de Zamora en su Pasaje,
una arteria de Vidrio en su viaje
dentro de un corazón llamado Candelaria.


Juan Luis Franco – Miércoles Día 22 de Febrero del 2017



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