lunes, 20 de febrero de 2017

Zapatero a tus zapatos



Toda persona que afortunadamente viva en una sociedad democrática tiene perfecto derecho a opinar sobre lo divino y, sobre todo, lo humano.  Constatar, eso si, como una cuestión de principios que las opiniones deben fundamentarse a través de la formación e información de quienes las emiten. No conozco mayor grado de inteligencia que cuando asumimos y gestionamos nuestras propias limitaciones. Sabemos nuestras carencias y a través del reconocimiento y la superación de las mismas es como conseguimos crecer. Afortunadamente nadie está en posesión de la verdad absoluta y nadie está legitimado para descalificar a quienes no piensan como él.  Con cada año que cumplo intento ser más cauto en mis opiniones procurando que las mismas no carezcan de razonables argumentos. Este Blog no nació para los análisis políticos (doctores tiene la Iglesia mediática) ni tampoco para ser testaferro de la actualidad.  Hago excepciones por considerar que nadie, en momentos puntuales, debe sustraerse de cuanto le rodea.  Trato de conmover a través de los sentimientos y de provocar un punto de reflexión en una Sociedad caótica y compulsiva. Siempre pongo el ejemplo de nuestra Semana Santa como culmen de lo que ha representado y representa esta Ciudad. La Historia de Sevilla donde mejor se refleja es en los anales históricos de sus hermandades y cofradías. Siempre me han interesado de nuestra Semana Mayor sus aspectos antropológicos, historicistas y sentimentales. Poco o nada me interesa eso que se suele llamar actualidad cofrade (sin dudar de que la misma tenga su importancia).  Leo un titular en la prensa sevillana donde se informa de que la Junta de Gobierno de una determinada Hermandad ha destituido a un capataz después de muchos años de tocar el martillo. Esto siempre origina un amplio debate cofradiero pero sinceramente a mí no me provoca ningún sobresalto emocional. ¿Perderán los pasos de esta Hermandad su idiosincrasia por cambiar de capataz o de Junta de Gobierno?  Reconozco que en ocasiones puntuales me he permitido en este Blog hacer algún comentario sobre temas de actualidad cofradiera y, afortunadamente, siempre hay un amigo que a través del afecto me pone en mi sitio.  No volveré a caer en errores que son fruto de la insensatez.  Todos debíamos colgar en la puerta de nuestras inquietudes un cartel que nos recordara aquello de....”zapatero a tus zapatos”.  Sinceramente, un servidor hace tiempo que lo tiene colgado.  


Juan Luis Franco – Lunes Día 20 de Febrero del 2017


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