viernes, 26 de marzo de 2021

El tiempo de la espera infinita



A mi nieta Lola

Hoy es Viernes de Dolores y pasado mañana será Domingo de Ramos.  Son malos tiempos para la lírica y solo nos queda confiar que (seguro) vendrán tiempos mejores.  Estamos en el tiempo sin tiempo ni medida.  Con llaves antiguas colgadas tras las puertas de las sacristias sin puertas primaverales que se abran. Calles silenciadas por la nostalgia con la música callada de la noche eterna.  Caricias sin acuses de recibo derramadas en fuentes con rumores de aguas cantarinas.  Veleros navegando el Río Grande buscando el eco de cornetas y tambores.  Velones que se apagan silenciosos con el susurro de los rezos de monjas mercedarias.  Azahares de perdidos sueños de Primavera que se transforman en mermelada para la Casa Real Británica.  El tiempo dibuja surcos en el aire por donde se escapan los sueños infantiles.  La Ciudad, como pasó siempre, aguanta los envites del infortunio desplegando su capote de grana y oro. Hoy es Viernes de Dolores,  pasado mañana  será Domingo de Ramos y cada día del resto de la Semana entrante llevará por apellido el de Santo. Hoy, precisamente hoy, es Viernes de Dolores y mañana.....Dios dirá.

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