viernes, 13 de enero de 2017

Si hombre, haz memoria



Afortunadamente hace muchos años que dejé de machacarme haciendo análisis retrospectivos de mis diferentes ciclos existenciales.  Hay etapas de mi vida en las que me cuesta trabajo reconocerme y otras que me resultan bastantes satisfactorias. Cuando tienes la sensación de haber actuado siempre desde el terreno de la solidaridad, la bonhomía y la decencia pocos peros (ni manzanas) puedes ponerte.  De vez en cuando me encuentro en mis paseos matutinos por el Centro de la Ciudad a personas que han compartido conmigo en algún momento una relación afectiva de espacio-tiempo y a las cuales me alegra ver en activo ante la vida y sus circunstancias.  Como comentaba Pedro Carrasco que le decía su padre…”Hijo mío, pa’trá ni pá’ cogé carrera”.  Otros de los que suelen pararme me ponen en una seria tesitura y me provocan un cierto grado de incomodidad.  Recuerdo a uno que me paró hace unos días en la calle Francos.  La conversación después de pararme transcurrió, más o menos, por los siguientes derroteros: ¿A como tú eres Juan Luis Franco?, evidentemente, aún sabiendo lo que me esperaba, no tuve más remedio que asentir. Siguió nuestro buen hombre con su particular interrogatorio…” ¿No te acuerdas de mí, verdad?,  la respuesta de manual no podía ser otra que una negación.  “Si hombre, haz memoria yo soy Manuel Fernández Loreto del Colegio San Diego”.  Es decir: dado que para ponerme a trabajar salí del Colegio San Diego con catorce años tenía ante mí a un señor barbudo, barrigón y calvo al que hacía ¡cincuenta y seis años! que no veía.  La escapatoria en estos casos es realmente complicada y este absoluto desconocido empezó a desgranarme en diez largos minutos como había sido su vida en lo laboral, lo familiar y lo sentimental.  Le digo, para escaparme, que tengo mucha prisa y se despide de mí halagando lo bien que me conservo (cosa evidente dado que me ha reconocido tras tantísimos años sin verme). Esto me suele ocurrir con relativa frecuencia y la verdad es que no encuentro la manera de escaquearme. Ellos quieren que yo haga memoria y yo lo que pretendo es dejarla tranquila.  Vivir para (no) recordar.


Juan Luis Franco – Viernes Día 13 de Enero del 2017


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