Mayo vino a mi ventana y se fue por donde había venido. Por entre las
enredaderas de los patios y los luminosos amaneceres del Aljarafe sevillano. Se
nos va impregnado de lágrimas de cera, albero maestrante, cielo de farolillos y
caminos rocieros de juncia y romero. Que se nos vaya Mayo nunca será una buena
noticia para nosotros. Mi hija y mi nieta cumplieron años y yo cumplí sueños
hechos realidad. Pronto los confines de los mares serán reciclados en playas y
los cuerpos serán liberados del ropaje que los ocultaba. Los calores
inmisericordes nos esperan agazapados tras los cristales de los termómetros
urbanos. El Dios Gambrinus tomará posesión de la Ciudad y los toldos
callejeros nos traerán frescor y sombra. Dentro de la Creación Mayo es el mes con el
que Dios debe sentirse más satisfecho. Mayo vino a mi ventana y se fue. Se fue
entre oles y palmas buscando a la
Triana cantaora y marinera. Camino de Sanlúcar para fundirse
en un abrazo con la mar albertiana.
Navegando entre sueños e ilusiones por la Ribera del Guadalquivir. “Para los barcos de vela / Sevilla tiene un
camino / por los ríos de Granada / solo reman los suspiros”. Mayo vino a mi
ventana y se fue. Se fue prendido en el pico de los gorriones que juegan saltarines
en los bordes mojados de las fuentes. En el SMS en blanco de una enamorada que
sueña con la pasión correspondida. En la luna lorquiana de campos andaluces que
se duermen con el soniquete de los grillos. Por entre los cordeles de las
azoteas encaladas. Mayo vino a mi ventana y se fue. Llegó y cumplió con su
anual compromiso de gozo y luz. Repitió su discurso monocorde de felicidad
impostada. Tan frágil como necesaria para vivir. “Cuantos habrán pasado / por donde yo estoy pasando / por la misma calle
/ por el mismo barrio”. Las luces se encendieron como hermosas luciérnagas
de jardines intemporales. Se nos marcha mayo tras tocar suavemente las
barandillas de ventanas y balcones. Entre estrechas callejas y recoletas
plazuelas impregnadas de risas infantiles. Suavemente y templado como el buen
toreo de capa. Sin alharacas ni
estruendos de voces que solo rompen la magia del silencio compartido. Mayo nos
dice adiós con un pañuelo de encajes prestado por una Dolorosa sevillana. Tardará en volver y la Ciudad anhelará desde ahora
su abrazo luminoso. Nos deja exhaustos y ebrios de radiantes amaneceres. Mayo
vino a mi ventana y se fue por donde había venido. Dios le guarde viejo amigo.
viernes, 31 de mayo de 2013
miércoles, 29 de mayo de 2013
El Rey San Fernando
“Forjado en plata de ley
su sepulcro veneramos
que Castilla le hizo Rey
y Santo los sevillanos”.
Mañana es un día grande de la Ciudad.
Mañana celebramos la Festividad del Rey San Fernando. Sin duda alguna
estamos ante el personaje más importante de toda la Historia de Sevilla.
Conquistador de Serva la Bari
y conquistado por ella para la eternidad. Fue clave en la Reconquista y a él se
debe un proceso unificador de una España hoy en horas vertebradoras muy bajas.
Este Fernando III de Castilla, elevado a Santo en 1671 por el Papa Clemente X,
fue fundamental en la
Historia de la
Ciudad y bien haremos en seguir por muchos años rindiéndole
pleitesía. Han canjeado su día festivo por un miércoles de Feria. Esto ya poco importa
en una Ciudad donde cada vez son menos los que pueden laborar. El 30 de Mayo es
–o debería ser- el día más importante de la Ciudad. Gracias a una canción
de un sevillista de pro, como fue el inolvidable Silvio, San Fernando está
atado sentimentalmente de por vida con el beticismo. Cosas que solo pueden
ocurrir en Sevilla: el mejor himno del Betis compuesto por un sevillista. En la Plaza
Nueva y justo debajo de su estatua ecuestre celebran los
béticos -muy de tarde en tarde- sus éxitos deportivos. Fue su voluntad
testamentaria recibir sepultura a los pies de la Virgen de los Reyes y allí
permanecerá por los siglos de los siglos. A pesar de su insistencia en ser
enterrado de manera austera su hijo, Alfonso X el Sabio, hizo caso omiso a tal
recomendación (ni ser Rey ni Santo te libra de tener un hijo desobediente).
Mañana, 30 de Mayo del 2013, es un día idóneo para visitar su tumba y de paso
pedirle a la Virgen
de los Reyes que nos proteja ante tanto desalmado como anda suelto. No estaría
de más que San Fernando galopara de nuevo para reconquistar una Sevilla amorfa,
plana, sumisa y cada día más alejada de sus verdaderas raíces histórica. Cuando
todo esté perdido siempre nos quedará la Candelaria pasando la noche del Martes Santo por
la calle que lleva el nombre del Santo varón. Gloria eterna al Rey San Fernando
y a quienes, como él, dieron el esplendor de sus luces para que Sevilla
brillara eternamente. Mañana es un día grande en la Ciudad: la Festividad del Rey San
Fernando. Pasar de largo por el mismo siempre será un pecado de lesa…
sevillanía.
lunes, 27 de mayo de 2013
Los clarines del alba
La calle desprende olores a tierra mojada recién regada. La mañana
descorrió su cortina de mayo para mostrarnos sin reservas la luz de la
amanecida. A lo lejos un gallo nos anuncia que comienza un nuevo día. Huele a
pan recién hecho y a humeantes calentitos. El rocío mañanero de las flores
gotea lentamente sobre los secos campos andaluces. Asoman por las ventanas sus
inquietas cabezas los perros con posada y amo. Los gatos se acurrucan en los
tejados al calor del incipiente sol de la mañana. La luna es ya tan solo un
cerco que se aleja exhausta de amores compartidos. Los amantes se acurrucan
gozosos en las sabanas de seda. El campo se despereza lentamente para
mostrarnos sin fisuras la obra del Dios Padre. Los viejos abren los ojos
agradeciendo el nuevo día que se les concede. Dos adolescentes caminan cogidos
de la mano ebrios de noche y besos. Un niño duerme placidamente en su cuna
amparado por la cercanía protectora de su madre. Alguien en la calle le da los
“Buenos días” a un desconocido que en ese momento deja de serlo. Los gorriones
saltan juguetones por los cordeles de los patios. La ropa tendida se bambolea
para sacudirse el relente de la madrugada. Juan Ramón acaricia pausadamente la
cabeza de “Platero” y Dios se siente complacido ante la unión de la poesía con
la bondad y la naturaleza. Suenan los clarines del alba por los pueblos
andaluces y la vida cobra todo su noble significado. Un niño sueña con ser
torero y un torero sueña con ser niño. Bebe un gorrión el agua de una maceta
recién regada y nosotros, con él, bebemos el néctar de los amaneceres de mayo. Todo
está por estrenarse y todo por gastar de nuevo. Comienza un nuevo día y nosotros
también comenzamos otro momento de nuestro periplo existencial. Amanece que
según dicen… no es poco.
domingo, 26 de mayo de 2013
Fingida ignorancia
Ignoró lo que le decían los voceros
padeciendo miopía en las entrañas;
espécimen oriundo de esta España
nació y vivió solo para contar dinero.
Hombre sin Dios reciclado en usurero
decía ignorar lo que pasaba fuera
agarrado febrilmente a su cartera.
Hoy, don Pedro revestido de mortaja,
envuelto con su ruán en una caja
se marchará sin alma ni frontera.
(de “Las Siete
Revueltas” – 2011)
viernes, 24 de mayo de 2013
La magia del Séptimo Arte
“Los aguerridos cineclubistas de antaño
se han convertido en momias
desilusionadas
que solo aspiran a consumir
fútbol y televisión
por vía intravenosa”
- Terenci Moix -
Sobre mis grandes aficiones albergo pocas dudas que la del Cine ocupa
un lugar preferente. Posiblemente sea la que más satisfacciones me haya dado y
la que más me ha hecho soñar sintiendo o, lo que es lo mismo, sentir soñando.
De niño el poco dinerillo que podía reunir era para los “tebeos” del “Capitán
Trueno” o para ir con algún colega a ver una buena “peli”. Sevilla ha sido –y posiblemente sea- una de
las ciudades con más aficionados peliculeros de España. Los Cines de Verano
eran numerosísimos (algunos con doble función y siempre llenos) y en la época
invernal también había varias salas donde desarrollar tan hermosa afición. Luego, acorde con las inquietudes políticas,
unos cuantos jóvenes empezamos a frecuentar los Cine Club y la incipiente Sala
de Arte y Ensayo de la calle Trajano (la misma que apuró sus últimos tristes
días como una Sala “porno”). Los cinéfilos siempre guardábamos unas normas éticas
de obligado cumplimiento. Acudíamos dos o tres amigos que compartíamos afición
y permanecíamos en completo silencio durante toda la proyección. Era
imprescindible que ninguno hubiera visto la película con anterioridad para que
no nos fuera desvelando la trama.
Lógicamente cuando ibas en pareja -vía novia o rollete- en no pocos
casos la calidad de la película se nos presentaba como algo intrascendente. A la salida siempre dábamos rienda suelta a
nuestras opiniones sobre lo visto y, en no pocas ocasiones, con claras y sanas
divergencias. Éramos adolescentes victimas de un sistema represivo feroz y
donde todo estaba por descubrirse. El Cine fue un elemento clave en nuestra
emancipación y la deuda que mantendremos con él siempre será eterna. Hace ya
algunos años que no voy a una Sala de Cine. Ahora –según me cuentan- entre el ruido de
las palomitas y los eructos de las coca-colas da la impresión de que el
imprescindible silencio ni está ni se le espera. Tengo en mi casa una serie de
artilugios para poder disfrutar en plan doméstico de grandes películas de
tiempos pasados y presentes. Pero, a que negarlo, la magia de una Sala de Cine
es insustituible. Con el paso de los años creo firmemente que hubiera sido
inmensamente feliz trabajando en el Séptimo Arte. Bien como guionista o en tareas de
producción. Esa -junto con la de Librero
de libros antiguos- ha sido mi gran e irrealizada vocación. El Cine nos ayudó a pensar, soñar y sentir en
una época extremadamente difícil. Después nos fuimos nutriendo de revistas
especializadas y de literatura cinematográfica que nos fueron desentrañando las
peculiaridades de las grandes películas y sus intérpretes. Corren malos tiempos para todo lo culto y el
Cine no podía ser una excepción.
Actualmente se están realizando excelentes películas en España (existe
vida al margen de Almodóvar) y debemos apoyarlas con todas nuestras
fuerzas. Hay poco dinero para proyectos culturales
y menos habrá si se lo siguen llevando. En el Cine se da una equilibrada mezcla
de Literatura, Teatro y Música. Nada es
verdad ni nada es mentira.
La aventura, el amor, la tragedia, la épica, la belleza, el compromiso
político, la apología, lo ideológico… Todo, absolutamente todo, está recogida
en eso que llamamos “Séptimo Arte”: el Cine en definitiva.
miércoles, 22 de mayo de 2013
Plaza del Cabildo
Sabía que ya nunca volvería
donde los sueños
se vuelven tornasoles;
allí donde la vida es
tan solo un portalón
que le da paso a Dios
en Primavera.
Logró sumar años y fortuna
allá por territorios de ultramar.
Una aventura con final feliz
y digna de cantarse en Habanera.
Cambió higo chumbo por papaya
y la Copla por la Cumbia,
paloma por papagayo
y plazoleta por plaza.
Un niño seise del ayer
reciclado en un viejo hacendado;
un toque de campana apagado
por la nostalgia de la distancia.
Nazarenito de armiño
con una vara en la mano
callejeando entre luces
de paraísos perdidos.
Sabe perfectamente
que hoy por “allí”
es el Domingo de los domingos.
Mira al cielo y se sonríe
mientras musita un cante
por lo bajini:
“Yo voy a una fuente y bebo /
y el agua no la aminoro /
lo que hago yo es aumentarla /
con las lágrimas que lloro”.
(de “Las Siete Revueltas -2011)
lunes, 20 de mayo de 2013
Grande entre los Grandes
Ha muerto Pepe Luis Vázquez. Se nos ha ido, a los 91 años de edad, un
sevillano ejemplar llamado don José Luis Vázquez Garcés y un torero irrepetible
al que conocerá la Historia del Arte de Cuchares como Pepe Luis Vázquez. Vivió
sus últimos años recluido en su casa con sus recuerdos, el profundo cariño de
la extraordinaria familia que supo crear y el respeto y la admiración de la
sevillanía más profunda. Nadie como Pepe Luis Vázquez fue capaz de simbolizar
cuanto representa el Toreo al sevillano modo. Gracia, templanza, donaire y
majestad iban hilvanados en su toreo de capa y cosidos con hilos de oro en su
muleta. Amigo incondicional de otro torero de leyenda, Manolote, con el que
llegó a compartir 122 tardes de grana y oro. Quedó marcado por la tremenda
cornada que sufrió en el rostro en la Plaza de Santander y que a la postre le
produjo la perdida de la visión de un ojo. Se retiró alternando cartel con su
hermano Manolo y con quien estaba llamado a sucederle en el corazón de los
sevillanos: Curro Romero. Amplia información sobre su vida recoge hoy la prensa
local sevillana -y los medios taurinos de Internet- como para tener que ahondar
desde aquí en su biografía. Eterno su “cartucho de pescao” que consistía en
citar a los toros con la muleta plegada. Tuvo en vida una gran amistad con don
Eduardo Miura donde en la Plaza uno, el ganadero, ponía los toros y otro, el
torero, su profundo Arte. Su fama en Sevilla era de tal dimensión que bastaba
decir en cualquier ambiente “Pepe Luis” para saber a quien se estaban
refiriendo. Profundamente enraizado en nacencia y querencia con su Barrio de
San Bernardo queda ya eternamente en las cuidadosas manos del Cristo de la
Salud y la Virgen del Refugio. Mi padre sentía autentica veneración por el
“Sócrates de San Bernardo” y hoy, su hijo, escribe estas líneas en nombre de
los dos revestido de la emoción más profunda. Me vestiré de “Domingo” para
despedirle dentro de un rato en el Salón del Apeadero del Ayuntamiento de
Sevilla. Cuando cada día nos vamos sintiendo más solos y huérfanos de
referentes sentimentales y culturales es que algo empieza a desmoronarse. Pero
como es históricamente demostrable que Sevilla siempre le da al Arte –y a la
vida- una segunda oportunidad…...siempre nos quedará Morante.
El vuelo del colibrí
“Aprended, Flores, en mí
lo que va de ayer a hoy,
que ayer maravilla fui,
y hoy sombra mía aún no soy”
- Luis de Góngora –
El colibrí es el pájaro más pequeño y a la vez más hermoso de la Creación. Un volátil trocito de
Arco Iris que nunca sobrepasa los quince centímetros y supera los ocho gramos
de peso. Sobresale entre su bellísimo colorido el “verde que te quiero verde”.
Más que volar se suspende en el aire para mostrarnos a través de la belleza más
nimia la infinita obra del Dios Padre. Se crían -¿dónde si no?- y viven en el
continente americano. Difícilmente superan los cuatro años de existencia y hubo
una época donde se les mataba a millares para decorar los sombreros de las
damas de alta alcurnia de la vieja Europa. Verlos posarse tras su pausado vuelo
en las ramas de los árboles se nos configura como un sublime poema alado. Los
humanos primero los machacamos situándolos al borde de la extinción y luego
legislamos para protegerlos contra nosotros mismos. El colibrí simboliza cuanto
la vida tiene de efímera y singular belleza. La Naturaleza, a través de
la racionalidad existencial, nos muestra de manera reiterada el camino de la
hermosura más armónica y nosotros nunca hemos dejado de contradecirla. Hoy todo
lo bello, incluyendo al colibrí, está en serio riesgo de desaparición. Vivimos
instalados en la mentira y nadie dispone de tiempo para perderlo contemplando
cuanto la Naturaleza
nos ofrece. Vuela el colibrí por los bosques americanos y su dulce vuelo lleva
implícito el alma alada de las flores.
Sus diminutas alas en movimiento son un leve susurro para no despertar
el justo sueño de los humanos. Un poema de Rubén Darío va prendido en el pico
del colibrí. Dios tardó una semana en crear el mundo y nosotros tan solo un
rato en estropearlo. Cuando ya todo esté perdido siempre nos quedará la sonrisa
de un niño y el vuelo del colibrí.
domingo, 19 de mayo de 2013
La flauta del afilaor
Guardaron la luna en
un cofre dorado.
Los sueños dormitaban
en manos del Lorazepam.
Tenían años de más
e ilusiones de menos.
Conjugaban con dificultad
el fuimos, el somos y
el seremos.
Los libros permanecían
inertes en una biblioteca
cerrada a cal y canto (de libro).
Esperando el roce de una
mano amiga cerraron los ojos.
El aire les traía aromas
de pan recién hecho y
sonaba a lo lejos
la flauta del afilaor.
Respiraron profundo
y se conjuraron para
gastar su último
periplo existencial.
(de “Las Siete Revueltas” – 2011)
viernes, 17 de mayo de 2013
Los fundamentalistas
De los tres conceptos que nos da la RAE para interpretar el “Fundamentalismo” los dos
primeros hacen alusión a sus espurios orígenes religiosos y el tercero dice
textualmente: “Exigencia intransigente de sometimiento a una doctrina o
práctica establecida”. Aquí se puede aplicar perfectamente a posicionamientos
religiosos, políticos, sociales, deportivos….o de cualquier índole. Pero
incluso entre el “gremio” de los fundamentalistas los hay permisivos y
radicales. Algunos prefieren quedarse en la frontera de la acción con los
“sables envainados” y otros los sacan a pasear para cortar cabezas. Todo aquel
que no piense íntegramente como ellos representa el enemigo a batir. Si algo te va enseñando los años vividos es a
no caer ni en la intransigencia ni tampoco en el falso discurso de las verdades
absolutas. Respetar las ideas de los demás es el mejor antídoto para que
respeten las tuyas. A pesar de que muchos piensen lo contrario y también, como
no, de la Santa Inquisición,
creo que Sevilla no ha sido en exceso una ciudad fundamentalista (aquí durante
un periodo de la Historia
convivieron tres religiones de distinta configuración). Posiblemente más que
fundamentalista esta sea una Ciudad bastante dada a las contradicciones. Mi ya
larga trayectoria de sevillano militante no hace más que confirmarme que esta
tierra, en sus aspectos más negativos, es patria de “figurones” y “trepas”. En definitiva
sentirse “alguien” en el organigrama social y político de la Ciudad representa el sueño
de no pocos sevillanos. Afortunadamente cuando se es tan proclive a los
“bandazos” el fundamentalismo ni está ni se le espera. Bastará un cargo de cierta relevancia para
cambiar ipso-facto el “Digo” por el “Diego” (franquistas puros y duros del ayer
hoy reciclados en “socialistas de toda la vida”). Palco en la Maestranza y/o en San
Francisco, Caseta de Feria y Carreta rociera representan, para muchos, el
culmen de las conquistas sevillanas. De
todas formas todos estos defectos resultan menores comparados con el
fundamentalismo más radical (el mismo que ha propiciado desde el País Vasco el
asesinato de cientos de victimas inocentes, llenando de luto todos los rincones
de España). Propiciar el dialogo desde la argumentación y la duda razonable es
tan noble como necesario. Aprendemos
escuchando argumentos sólidos y bien razonados independiente de la ideología de
quien los exponga. Parecería como si el
asumir algo que vaya en contra de nuestros postulados fuera una especie de
herejía. Tiempo este que nos ha tocado
vivir donde predominan los gritos sobre los susurros. Intentemos no ser la
diana dialéctica de los fundamentalistas para así despojarlos de su falsa
investidura. Necesitan cómplices para sus perversas andanzas y es nuestra noble
obligación dejarlo solos con sus radicales mensajes. Como cantaba Serrat:
“Entre esos tipos y yo hay algo personal”.
miércoles, 15 de mayo de 2013
Ventanita sin calleja
Ventanita sin calleja,
Convento de la Merced.
Manantial para la sed
llora la fuente su queja
donde la plegaria es vieja.
Un Padrenuestro enlutado
en un rezo susurrado.
Mercedaria en sacristía
envuelta en Ave María
y Dios se siente adorado.
(de “Las Siete Revueltas” – 2011)
lunes, 13 de mayo de 2013
Treinta y cuatro primaveras
Un Blog es algo personal e intransferible. Es una especie de ventanita
donde lanzamos al aire cada mañana nuestras inquietudes, desvelos y emociones.
Puede que en no pocas ocasiones seamos reiterativos, consiguiendo que quienes
amablemente nos lean terminen aburriéndose de nuestras “batallitas”. Pero en definitiva uno escribe desde –y
sobre- su mundo interior intentando que otros compartan contigo tus luces y
sombras. Hoy es 13 de mayo del 2013. Hoy mi hija Alicia cumple treinta y cuatro
hermosas primaveras. Hoy, prioritariamente, solo me apetece escribir sobre ella
y en el hermoso proyecto de mujer en que se ha convertido. Tiene dos hijos que
dan plena sentido a nuestras vidas: la suya y la mía. Mis nietos configuran el
eslabón que le faltaba a mi cadena sentimental. Recuerdo como si fuera ayer
aquel trece de mayo del 79 cuando nació mi hija Alicia. Hay sensaciones y
emociones que el día que ya no recordemos estaremos irremediablemente perdidos.
Se nos cuelgan imperecederos en las paredes del alma como testimonios
irrefutables de que ha merecido la pena vivir. Cuando padre y madre ejercen de
padres en el fondo y en la forma, no tienen mayor aspiración que sentirse
orgullosos de cómo son sus hijos. Posiblemente nos cueste trabajo entender que
son aves que tienen derecho a emprender su propio vuelo. Bien está que hereden
nuestros principios, pero sin que esto sea óbice para que la vida y sus
circunstancias terminen configurando su personalidad. Son nuestros queridos
hijos pero no apéndices de nuestro propio cuerpo. Mi hija Alicia se me
configura como una persona solidaria, educada, culta, trabajadora y guapa al
sevillano modo con el añadido de ser esposa y madre ejemplar. Cuando, cada
semana, visito a mis nietos compruebo gozoso como están de bien atendidos y el
hogar, dulce hogar, que han creado su marido y ella. Por eso tiene un sólido
fundamento que hoy, 13 de mayo, no sea para mí un día más en el calendario.
Ellos, nuestros hijos, tomarán un día nuestro relevo como salvaguardas de una
Ciudad que es el escenario perfecto para desarrollar el duro y noble ejercicio
de la vida. Creo sinceramente que no es casualidad que mi hija y mi nieta
nacieran ambas en el mes de mayo. Mayo es a Sevilla lo que julio a
Pamplona. Un encuentro donde coinciden
espacio y tiempo para conjugar la belleza con las emociones. En Mayo siempre manda la luz y esta Ciudad
nunca se encontró cómoda enmarañada en la sombras. Debía estar rigurosamente prohibido morirse
en Sevilla en mayo. Pero está demostrado que hasta Dios hay veces que se
equivoca. Mayo para nacer y mayo para vivir. Las ventanas abiertas de par en
par para que los gorriones encuentren su camino de ida y vuelta. Avanzan los
días de mayo y avanzamos nosotros sin remisión hacia el largo y calido verano.
domingo, 12 de mayo de 2013
Silencio de terciopelo
Convirtieron el ayer
en
un tiempo gramatical.
Bajaron
de la luna
por
una escalera de estrellas
y
aterrizaron allí
donde
los toros cornean
a
la luna.
Dijo:”Acaríciame
al menos
por
última vez” y le pasó
su
mano por la mejilla.
Una
furtiva lágrima
resbalaba
por su cara
mientras
decía: ¿Te vas?
No
le contestó, alejándose
lentamente
en la noche
mientras
el cielo abría
su
portalón de estrellas blancas.
Los
grillos entonaron
su
monótono cri-cri
acunando
el sueño
de
la alondra.
Se
recogió su falda
de
terciopelo para que
no
se la rompiera los zarzales,
notó
su suave tacto
entre
los dedos y sintió
en
sus manos la orfandad.
¿Te
has ido de verdad?
clamó
a los viento,
y
el eco solo le
devolvió
el silencio.
Silencio
de terciopelo
pero…
silencio al fin y al cabo.
(de
“Las siete revueltas” -2011)