"La gran belleza " es una excelente película del no menos excelente director Paolo Sorrentino. La belleza, la gran belleza, toma distintas formas y todas destinadas a conmover. La podemos encontrar en las características físicas y morales de hombres y mujeres. Está presente en la portentosa belleza física de Ava Gardner y en la apabullante belleza solidaria de la Madre Teresa de Calcuta. También en la expresión más auténtica del Arte y la Cultura y, evidentemente, a través de enredo vivencial de la Madre Naturaleza.
"Las rosas tienen espinas
que razón tuvo quién dijo
que lo bonito lastima ".
Sería un craso error confundir la belleza, la gran belleza, con lo bucólico y superficial. Contemplamos la belleza, la gran belleza, desde las dos vertientes que configuran a los seres humanos: la Ética y la Estética. Sin la belleza, la gran belleza, la vida carecería de sentido y estaríamos condenados en la ruleta de la producción y el consumo. La belleza, la gran belleza, no nació para evadirnos de los problemas cotidianos sino para enfrentarnos a ellos con la coraza de la fuerza espiritual. La maldad es fea y mezquina por su propia naturaleza. La belleza, la gran belleza, siempre es bondadosa y nos redime ante Dios y los seres humanos. Pues, a pesar de los pesares, la vida es bella. La belleza, la gran belleza.
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