En esta tarde desapacible y rara justo cuando acaba el Italia - País de Gales me llega un wassap de mi gran amigo Salva Gavira dándome la noticia, triste noticia, del fallecimiento de Luis del Sol. Aunque esperada por sus últimos achaques no deja de estremecer mis más nobles sentimientos de bético y sevillano. Fue el mayor ídolo de toda la Historia del Real Betis y un jugador único e irrepetible que se sitúa en el Olimpo de los grandes jugadores europeos. Los niños de mi Generación nos repartiamos, según los sentimientos de cada uno, entre Juanito Arza y Luis del Sol. Recuerdo cuando de niño volvía con mi tío Antonio de ver al Betis como los niños por el Parque (utilizando las naranjas caídas por el suelo) copiabamos los magistrales regates de Luis del Sol. Como ocurría con Juanito Arza en la afición bética, Luis del Sol era muy respetado entre los sevillistas. Triste tarde para los que eternamente tendremos una deuda pendiente con Luis del Sol. Se va, como hizo siempre, driblando hasta su sombra para instalarse, ya definitivamente, en el Olimpo de los elegidos para la eternidad. Descansa en paz Maestro y gracias, muchas gracias, por tantos momentos de gloria que nos hacían más llevaderas las penurias de la época. Se va Luis del Sol y, definitivamente, una parte importante de nosotros se queda huérfano de su sabiduría, bondad y regates imposibles.
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