miércoles, 2 de marzo de 2022

El hombre del andén




"En Sevilla, el Miércoles de Ceniza nos lleva a la Cuaresma soñada. En Kiev, el Miércoles de las Cenizas (esparcidas por los suelos) los lleva a una Cuaresma ensangrentada. Busquemos al Hijo de Dios por los caminos de la Paz y la Solidaridad"

Dado que vivimos completamente inmersos en esto que llamamos la Sociedad de la Imagen era más que evidente que, la cruel agresión rusa contra Ucrania, nos dejaría cientos de impactante imágenes. Recuerdo una en particular que llamó poderosamente mi atención. Un hombre en el andén de una Estación despide a su esposa. Ella, ya en el interior del tren, sostenía en sus brazos a una niña de pocos meses y se apoya en la ventanilla semiabierta. Hablan muy emocionados siendo plenamente conscientes de que puede ser la última vez que se crucen sus miradas. Se les acerca un periodista y él le dice que ha venido a poner a salvo a su mujer y su hija. El tren las llevará hasta Polonia huyendo de la muerte y la barbarie. Comenta que nada más parta el tren volverá a Kiev para unirse a la heroica resistencia ucraniana. Tiene claro que su primera obligación era poner a salvo a su mujer y su hija. La segunda es defender a su país de la criminal agresión que está padeciendo. Sabe que su vida correrá un serio peligro pero esto, en tan crítica situación, no parece importarle. Una verdadera lección de auténtico patriotismo. No es un héroe ni pretende serlo pero sabe que su Patria está en peligro  de ser aniquilada y no puede, ni quiere, escurrir el bulto. Una Patria no es tan solo un himno, una bandera y unas soflamas incendiarias con tintes populistas. Es compartir, en lo bueno y lo malo, un territorio común donde se asientan tus raíces sentimentales, sociales y culturales. Sabes, o debías saber, que en situaciones extremas (como la de Ucrania) no te puedes excusar aplicando el manual de los pusilámines. No se trata de un ejercicio de valentía suicida. Ni tampoco de esperar tranquilamente que venga a rescatarnos el Séptimo de Caballería. La Patria no está en las poses ni en los falsos discursos incendiarios, sino en la firme determinación del hombre del andén.

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