“En España no hay democracia, hay particracia y mandan los partidos” (Andrés Vázquez de Sola)
El pasado miércoles, 25 de septiembre de 2024, ha fallecido Andrés Vázquez de Sola. Nacio en San Roque (Cádiz) y siempre llevó a gala sus raíces andaluzas. Escritor, periodista, pintor y dibujante nos deja una herencia artística-cultural y un compromiso de existencia humana impresionantes. Le ha dicho adiós a la vida con los 97 años de su fructífera existencia. Su adiós definitivo se ha producido en el bello pueblo granadino de Monachil. Las viñetas de Vázquez de Sola son un canto a la libertad y una firme denuncia a los abusos de los poderosos. Antifascista indesmayable llevó su vida por los confines del riesgo permanente atado a sus firmes ideas comunistas. En 1960, huyendo de la férrea dictadura franquista, se exilió en Paris donde ejerció el periodismo gráfico durante 25 años. Sus comienzos por tierras parisinas fueron de absoluta necesidad llegando a dormir bajo los puentes del Sena. Su despegue profesional se produjo cuando consiguió que el periódico satírico Le Canard Enchainé (el más importante de Francia) le editara su obra “La gran corrida franquista” propiciando que el periódico sacara una tirada excepcional de un millón de ejemplares. Durante su larga estancia parisina siempre dijo que habia tres cosas de España que siempre notaba en falta. Eran: el Cante Flamenco, el soniquete de las campanas y la cal de las paredes de los pueblos andaluces. Una declaración de amor a Andalucía en toda regla. Se presentó a las primeras Elecciones Democráticas por la provincia de Cádiz (PCE) en la lista que encabezaba Rafael Alberti. Su regreso definitivo a España se produjo en 1985. Fue muy sonado cuando el Gobierno de Felipe González lo llevó a los tribunales por unas viñetas sobre la entrada de España en la OTAN. Durante su estancia en Paris fundió una fuerte amistad con intelectuales de la talla de Picasso, Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Louis Aragón, Pablo Neruda, Rafael Alberti o María Teresa León. Su casi siglo de existencia (97 años de edad) condensa y expresa a la perfección el último siglo de esta tierra, querida y maltratada, a lo que todavía seguimos llamando España. Vázquez de Sola siempre decía que: “Yo puedo pintar sin lápiz, pero no sin libertad”. Fiel testigo y participe de una época donde la libertad se abría paso entre golpes de mosquetones y barrotes carcelarios. Andrés Vázquez de Sola.
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