“Quieren que me esté callao
Y a mi lengua le eche un nuo
Está gente son capaces
De hacer hablar a los muo”
(Enrique Morente)
-
Vivimos una época donde todo, absolutamente todo, se nos presenta como
manifiestamente empeorable. Estamos
instalados en el más nefasto surrealismo y volvemos una vez más a situar a este
noble y sufrido país nuestro en la más esperpéntica tragicomedia. Los últimos
días de “Febrerillo el loco” se nos mostraron más desquiciados que nunca. La Secretaria General
del PP, doña María Dolores de Cospedal, dio una “rueda de prensa” que pasará a
los anales de la política española como la cima de los despropósitos. Tratando
de justificar lo injustificable en el finiquito de Luis Bárcenas (gerente y verdugo
a la vez del PP), y al referirse a un montante económico prorrateado (pagado en
plazos), comentó que el pago se había hecho en “diferido” y sujeto a una
“simulación”. Resultaba patético aquel lenguaje inmerso en un laberinto donde
salir ilesa era prácticamente imposible. ¡Dios mío, lo que hay que hacer para
mandar! Las consecuencias directas de aquella comparecencia es que a la señora
de Cospedal la conozcan en las redes sociales como “Miss Diferida”. Después, el 28 de Febrero, varios dirigentes
socialistas andaluces encabezaron las manifestaciones convocadas ese día para
protestar contra los recortes del Gobierno Central (con más de treinta años de
gobierno autonómico en nuestra Región, ¿son ellos ajenos a los males endémicos
que padece Andalucía?). Unos días después un diputado socialista onubense en un
ejercicio de machismo trasnochado mandó a la Ministra de Trabajo, doña
Fátima Bañez, a que se fuera a su casa de San Juan del Puerto y se dedicara a
“hacer punto de cruz”. Por esas fechas el Presidente del Congreso, don Jesús
María Posadas Moreno, al referirse al incremento del número de parados en el
mes de febrero, comentó que había que verlo como un dato positivo. Argumentaba
lo siguiente: “Dado que cada vez son menos los trabajadores en activo es de
pura lógica que el Paro no pueda seguir aumentando”. ¡Tira milla morena que vienen curvas! Es de
justicia reconocer que el argumento era irrefutable: llegado el momento en que
todos los españoles estén sin trabajo difícilmente podrá aumentarse el Paro. Ítem
más: el ministro Fernández Díaz nos aclara que “Con el matrimonio entre
homosexuales la pervivencia de la especie (humana) no estaría garantizada”.
¡Coño, y con el celibato mucho menos! Cada día nos levantamos prestos a
escuchar, a lo largo del día, una serie de barbaridades que justifican por si
solas el merecido descrédito de “nuestra” clase política. Estamos rodeados -y lo que es más grave “gestionados”-
por unos personajes ajenos a nuestros intereses y a salvo de rendir cuentas por
su nefasta gestión. España está presa en manos de unos impostores que están
llevando la miseria a miles de familia.
Afortunadamente la gente ha comprendido que existe vida al margen de
Partidos y Sindicatos. Están defendiendo sus vidas y haciendas con las armas
del civismo y la verdadera Democracia.
Los caminos cuando se emprenden con convicción y firmeza siempre llevan
a alguna parte. Despojemos de su ropaje
de impostura a estos falsos actores de la política. Solo nosotros podemos hacerlo. Arropados, siempre
arropados, y de manera civilizada.
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